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El aumento de las agresiones de hijos a padres muestra unos 'hogares enfermos'

Aitor Guenaga

Bilbao —

Los juzgados de guardia vascos se están llenando de casos de violencia dentro de los hogares en los que fundamentalmente los hijos agreden a sus padres (violencia filioparental). Las unidades de violencia infantil también están detectando un incremento de los expediente de violencia doméstica de origen psiquiátrico que preocupa cada vez más a autoridades y expertos. Este tipo de violencia en el hogar ya no es algo puntual, a juicio del director del Instituto Vasco de Medicina Legal (IVML), Carlos Cubero, que ha dejado constancia de este fenómeno en la última memoria del instituto sobre 2013. “Son cada vez más importantes y no es coyuntural de este año”, advierte Cubero.

Los datos de la citada memoria avalan esa “preocupación” que también afirman tener políticos, medios judiciales y de la fiscalía vasca ante un fenómeno que ha llegado para quedarse, según algunos expertos. De hecho, una de las primeras instituciones que dio la señal de alarma sobre este asunto fue la Fiscalía del País Vasco. Si en 2012 se produjeron 413 casos de violencia doméstica, el pasado año los expedientes judiciales abiertos por esta causa fueron 486, lo que supone un aumento del 17,68%. En el caso de las agresiones de violencia doméstica de origen psiquiátrico el crecimiento es aun mayor, al pasar de 256 casos a 307 expedientes judiciales tramitadados el pasado año, según la memoria de 2013.

Carlos Cubero, acompañado por el consejero de Administración Pública y Justicia, Josu Erkoreka en la presentación del documento, apunta además que el problema tiene un componente filioparental mayoritario. Es decir, que son “fundamentalmente” los hijos y las hijas los que agraden a sus progenitores. Este tipo de violencia, según los expertos, se puede desarrollar a partir de los 14 años, aunque los primeros síntomas se pueden empezar a ver pasados los seis años.

Aunque alguien pueda pensar que esa violencia se puede producir más en hogares con rentas bajas, en general los expertos apuntan que se suelen originar más en niños de clase media-alta. Lo fundamental no sería entonces el nivel de riqueza, sino otros elementos como el estilo de vida que se lleva en el seno de la familia, donde los padres pasan fuera de casa mucho tiempo por motivos laborales. Esto provocaría lo que los expertos denominan “negligencia por cansancio”: cuando llegan al hogar, los padres tratan de suplir la relación superficial que mantienen con sus hijos -en la que no se marcan pautas de comportamiento adecuadas- con atenciones materiales. Esta es una aproximación al origen de este problema que ha realizado por ejemplo el psicólogo Jesús Luna, un especialista en intervención en violencia de hijos a padres. En esos hogares, las dinámicas familiares muchas veces girarían en torno a las exigencias de los críos que, con el tiempo, pasarían del capricho a las conductas violentas.

Agresiones sexuales

Por contra, la memoria del IVML de 2013 revela también el descenso de las actuaciones de los equipos forenses en los juzgados en los supuestos de violencia de género (un 13,87 menos, al pasar de 1.038 casos en 2012 a 894 el pasado año) y de agresiones sexuales (una reducción del 8,96%, al pasar de 212 a 193 expedientes judiciales). Con todo, Erkoreka quiso puntualizar que esos datos hay que constextualizarlos porque “no todas las actitudes delictivas contra las mujeres son denunciadas”. Y recordó que entre 2010 y 2013, los casos de violencia de género han subido un 43,13% y las agresiones sexuales se han incrementado un 22,03% entre 2018 y 2013.

¿De qué manera está afectando la crisis a las relaciones dentro de los hogares vascos? ¿Qué relación existe entre la crisis y las depresiones severas? ¿Cómo se llega en este contexto a la estación término: el suicidio? Carlos Cubero reconoce que no se ha realizado en el instituto que dirige un estudio cualitativo para explicar un fenómeno como este, pero hay un dato que se mantiene desde 2005 en las autopsias realizadas por los médicos forenses: el crecimiento de los suicidios. En 2013 se produjeron 178 casos y los suicidios han crecido un 29, 63% desde 2005 hasta el pasado año.

Cubero explica que no existe una causa única que pueda explicar un suicidio. Los factores son múltiples, sostiene, aunque apunta como elemento más importante las enfermedades mentales que derivan en depresiones graves. A esos factores endógenos, hay que unir los de carácter exógeno de tipo socioeconómico, profesional, etc. Cubero cita además otro tipo de factores como los trastornos de personalidad, el alcoholismo crónico o los desarreglos familares para cerrar ese círculo multifactorial que puede explicar las tendencias suicidas. “Pero no hay una relación directa entre crisis y que haya más suicidios”, concluye el director del IVML.

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