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La igualdad máxima en Vitoria da aliciente a las elecciones en Álava

Leticia Comerón, jurando lealtad a Vitoria sobre un machete

Iker Rioja Andueza

Cada voto cuenta. Es un tópico, ciertamente, pero en las elecciones municipales del domingo en Vitoria es algo que tienen muy presentes los partidos. Los de la capital vasca son, sin duda, los comicios más emocionantes de cuantos se celebran en Euskadi y las pequeñas diferencias marcarán el futuro de la ciudad. El actual alcalde, Gorka Urtaran (PNV), y las dos fuerzas mayoritarias en 2015, PP y EH Bildu, con dos mujeres que coinciden en querer ser la primera alcaldesa de una capital vasca, Leticia Comerón y Miren Larrion, compiten de tú a tú.

El PP -con una tendencia general a la baja- ha puesto toda la carne en el asador para minimizar el golpe y repetir como primera fuerza de Vitoria. Durante las últimas dos semanas, una Comerón que releva a Javier Maroto ha remarcado que pone la ciudad “por encima de todo” una y otra vez. Tan es así que, por si el mensaje no había calado, Comerón ha decidido rescatar una tradición ancestral de la ciudad -¡de 1476!- que había caído en el olvido desde 1841: la jura de su lealtad a Vitoria con la mano sobre un machete. En otro tiempo, el incumplimiento de semejante promesa se castigaba con la decapitación. Ni la lluvia ha impedido el solemne acto detrás del altar mayor de la iglesia de San Miguel, en la plaza que lleva el nombre del machete vitoriano. El de Comerón, eso sí, era una réplica reluciente.

A escasos metros de la jura, justo al bajar unas escaleras de la plaza a la balconada de San Miguel, Larrion hacía balance de su campaña. Fuentes de EH Bildu, que por vez primera se ve con opciones reales de ganar en Vitoria, entienden que han completado una campaña “en positivo” y cumpliendo el objetivo inicial de hacer una apuesta progresista transversal. En la entrevista con este periódico Larrion manifestó incluso estar abierta a captar votos no independentistas, si bien en paralelo Arnaldo Otegi ha anunciado que retomará en las próximas semanas la apuesta soberanista ante el bloqueo de la reforma del Estatuto en el Parlamento. Sea como fuere, varias voces han apoyado a Larrion en estos días, como Bernardo Atxaga, Carlos Garaikoetxea o la exteniente de alcalde con el PSE-EE Maite Berrocal.

Entretanto, el PNV ha cambiado el paso en mitad de la campaña y, en los últimos días, ha dirigido todas sus críticas hacia la izquierda abertzale. Según Urtaran, que ha orillado al PP de sus mensajes, sólo hay dos opciones, o el PNV o EH Bildu. “Hay que elegir”, ha emplazado a los vitorianos. Y para colaborar con la elección tanto él como todas las voces del PNV han aportado más datos. Larrion, alegan, supondría importar el modelo de gestión probado en Gipuzkoa entre 2011 y 2015. Aunque proyecte una imagen abierta y transversal, según los nacionalistas, Larrion representa a la “izquierda abertzale de Arnaldo Otegi” frente a un Urtaran que tiene “el modelo del PNV de Iñigo Urkullu” como referencia. Frente a la “parálisis” para los grandes proyectos de Vitoria, como la llegada soterrada del AVE, el PNV es “color, alegría y sonrisas”, según el candidato a la reelección.

La igualdad entre estas tres fuerzas ha dejado algo más de lado a la candidata del PSE-EE, Maider Etxebarria, que aspiraba a que el tirón de Pedro Sánchez paliase su inexperiencia y falta de popularidad. Una de sus propuestas ha sido construir minipisos para jóvenes independientemente de su renta. Elkarrekin Podemos, por su parte, comparece con el veterano Fernando López Castillo, que ha abandonado la campaña por un problema de salud del que ya se recupera.

Ramiro González, favorito en Álava

Los resultados en Vitoria condicionarán en buena medida la composición también del Parlamento foral, las Juntas Generales. Sin embargo, no todas las papeletas blancas del Ayuntamiento se traducen en una salmón del mismo partido en las forales. El candidato del PP, Iñaki Oyarzábal, consciente del peso de la capital para su formación habla tanto de Vitoria como de Álava. El favorito claro es Ramiro González (PNV), que apuesta por reeditar la coalición con el PSE-EE de Cristina González. Sin embargo, a diferencia de en Bizkaia y en Gipuzkoa esa suma no ha tenido en esta legislatura mayoría absoluta y las encuestas marcan que tampoco la tendría después del domingo, lo que obligaría a buscar otros socios puntuales o más estables. En esta legislatura lo han sido en algún momento el PP, Elkarrekin Podemos y EH Bildu. Ciudadanos, finalmente, aspira a lograr un escaño en Álava ya que el listón electoral en las forales es del 3%, frente al 5% del Ayuntamiento.

En el resto del territorio, en Salvatierra-Agurain se busca relevo para Iñaki Beraza después de 32 años en la política municipal y en Laguardia, el gran feudo del PP, Pedro León tampoco repite. En Llodio, EH Bildu y PNV pugnan por la segunda Alcaldía en importancia de Álava con un tercer invitado, la plataforma Omnia. La pugna de EH Bildu y el PNV se reproducirá también en muchos otros lugares. Vox ha presentado algunas candidaturas en busca de colarse en las instituciones vascas por vez primera.

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