“Lo más importante que puede enseñar la escuela es la palabra respeto”
“Pensamos en los niños, pero no como niños. Les miramos con ojos de adulto y dejamos de comprenderles”. El maestro y pedagogo César Bona (Zaragoza, 1972) así lo cree y por eso una de las recetas que ofrece es cambiar nuestra perspectiva de adultos cuando estamos con los niños. “Los adultos queremos cambiarles, pero lo que tenemos que hacer es cambiar nuestra perspectiva. ¿Cuántas veces les preguntamos qué tipo de escuela quieren? El centro de la escuela son los niños, no los maestros o las familias”.
César Bona, nominado al Global Teacher Prize en 2015, ha expuesto estos días sus experiencias sobre como innovar en las aulas en la jornada organizada por la Fundación Nuevas Claves Educativas y la plataforma EducaOn en la segunda edición del foro de la Innovación en la Educación de Álava. Bona ha clausurado el encuentro, que también ha contado con otros prestigiosos expertos.
El maestro recalcó la idea de que los “niños desde niños abren caminos rompiendo la lógica. Rompen las reglas si les dejamos hacerlo. Para educar hay que escuchar”. En esta línea, apuntó que la escuela no es una burbuja que tenga que esperar que el cambio venga de fuera. “La verdadera transformación social debe partir de cada uno. Cuando un niño atraviesa la puerta del aula, el maestro es su referente”.
En esta línea de abrir caminos a los docentes destacó que si alguien trata de educar ahora como fue educado en su momento nada podrá cambiar. “Somos maestros e influimos en cientos de personas. ¿Qué estamos haciendo por cambiar las cosas? Hay que mirar a los niños y preguntarnos para qué les educamos y tener la sensación de que hay que mejorar”.
“Lo más importante que podemos enseñar”, añade, “es el significado de la palabra respeto. Da igual lo listo que seas o los conocimientos que tengas si no sabes respetar a los demás o el mundo en el que vives. El maestro tiene que hacer todo lo posible por ejercer una influencia positiva en los niños, somos lo que se conoce ahora como ‘influencer’. Ser maestro es un gran privilegio y por eso hay que ser ejemplo para los niños con nuestra actitud, aunque haya momentos en los que estemos quemados. Todos los niños acuden con ilusión al colegio, aunque solo sea para estrenar un estuche. Nuestro trabajo es que la mantengan cuando salgan y vuelvan al día siguiente con la misma o más”.
Las puertas de las escuelas tienen que permanecer abiertas para que fluyan las ideas de los niños. “No son los adultos del futuro, ahora es cuando tienen que participar en la sociedad. Tienen mucho que aportar”.
Aunque reconoce que los contenidos son importantes, aboga por volcarse en la enseñanza de los valores. “El respeto, saber escuchar sin juzgar, la gratitud, la resiliencia,, saber hablar en público, empatía…..Todo cuenta”.
Para Bona, “la escuela es el lugar perfecto para ayudar a las familias a educar a sus hijos”.
