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Un informe saca del “olvido” a 187 víctimas de abusos policiales para construir una “memoria incluyente”

El lehendakari recibe el informe de manos de la Comisión

eldiarionorte.es

El informe encargado por el Gobierno vasco que reconoció ya en febrero de 2016 como víctimas de abusos policiales y de vulneraciones de derechos humanos entre 1960 y 1978 a 187 personas ha sido completado con testimonios de los afectados. La Comisión de Valoración del decreto vasco de reparación a víctimas de abusos policiales ha concluido su informe y lo ha entregado al lehendakari, Iñigo Urkullu, con el objetivo de acabar con el “olvido” y construir una memoria “incluyente”.

El contenido del informe, incluida la cifra de víctimas reconocidas, ya fue adelantado el año pasado por parte del Gobierno Vasco, aunque el trabajo final presentado este lunes añade una contextualización y una descripción más detallada de cada caso.

El informe se circunscribe a las vulneraciones de derechos humanos cometidas por las fuerzas policiales en el periodo comprendido entre 1960 y 1978, por lo que no contempla los abusos cometidos a partir de 1978, que son los que se recogen en la ley de víctimas policiales que ha sido recurrida por el Gobierno central ante el Tribunal Constitucional.

La labor desarrollada por esta Comisión de Valoración, que es un organismo distinto a la comisión prevista en la ley impugnada por el Ejecutivo español, se ha centrado en las peticiones de reconocimiento presentadas al amparo de un decreto del Gobierno Vasco aprobado en 2012.

El decreto contempla medidas de reconocimiento y reparación para aquellas personas que sufrieron vulneraciones de derechos humanos a manos de las fuerzas policiales en el periodo comprendido entre 1960 y 1978.

Torturas y cargas policiales

La Comisión recibió cerca de 220 peticiones, de las que aceptó 187. La mayor parte de los casos reconocidos se refieren a víctimas de torturas o de intervenciones de la Policía local contra manifestaciones. Entre los casos reconocidos se encuentran las víctimas de la matanza del 3 de marzo de 1976 en Vitoria, en la que cinco trabajadores murieron por disparos de la Policía Armada durante una protesta obrera.

Las peticiones rechazadas no recibieron el visto bueno de la Comisión por haberse presentado fuera de plazo o por la existencia de dudas respecto a la “autoría” de la vulneración de derechos humanos, según ha explicado a los periodistas el coordinador del informe, Carlos Martín Beristain.

El estudio, titulado 'Saliendo del Olvido', saca a la luz situaciones “escondidas durante mucho tiempo en un cajón”, ya que -según ha indicado Martín Beristain-- esta ha sido la primera vez en la que las instituciones han “abierto la puerta” al reconocimiento del daño sufrido por este colectivo de víctimas. El coordinador del informe ha afirmado que el estudio puede ser una herramienta importante para la construcción de una memoria “incluyente”.

El informe está estructurado en cuatro grandes apartados. En el primero de ellos se ofrece una visión global del trabajo de la Comisión y del tipo de casos que se presentaron ante ella.

Otro apartado del estudio recoge un análisis de los diferentes casos, agrupados por tipología de hechos: manifestaciones, controles de carretera, operativos policiales, altercados, sucesos del '3 de Marzo', fusilamiento “sin respeto al debido proceso”, violencia sexual y tortura.

“Reconstruir experiencias”

En esta parte del informe se realiza un análisis de cada tipo de violaciones de derechos humanos cometidas, tanto de las que tuvieron como resultado la muerte de la víctima, como de las que causaron heridos. A través de la inclusión de las historias de cada persona se pretende “reconstruir experiencias comunes, ponerlas en su contexto, comprender su impacto y dar valor a las víctimas y sus familias”.

También hay un apartado dedicado al análisis de las secuelas que hayan sido documentadas por la Comisión. Estas secuelas -según indican los autores del texto- “ayudan a entender los impactos de dichas formas de violencia, las consecuencias que han tenido en las víctimas, sobrevivientes y familiares, así como a tener en cuenta sus experiencias”.

Asimismo, se incluye un estudio de las perspectivas y percepciones sobre el reconocimiento y la reparación, a partir de los relatos de víctimas y familiares. El informe se cierra con un resumen de los casos presentados ante la Comisión, en el que por motivos de privacidad se han obviado los nombres de los afectados.

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