Urkullu cuida el pacto con el PSE para asegurar las Cuentas de 2015
El lehendakari, Íñigo Urkullu, tiene claro que debe cuidar la relación con los socialistas vascos. Y en su segunda intervención en el debate de política general ha subrayado que “creemos en el acuerdo que firmamos con ustedes, señora Mendía”, al tiempo que le ha tendido la mano para que “sigamos acordando”. Tras ese ofrecimiento, en realidad se esconde el interés del Gobierno por amarrar el apoyo de los socialistas a los Presupuestos de 2015, algo que los socialistas vascos van a encarecer en la negociación que se abrirá en breve. Urkullu tiene previsto abrir una nueva ronda de partidos “desde la próxima semana”. “Retomaremos este diálogo sincero consolidando una relación constructiva”, ha anunciado al término de su intervención.
El lehendakari, de hecho, ha dibujado la relación con los socialistas vascos en alusión a ese pacto -fimado ahora hace un año- como una “relación fluida”. Le ha recordado a la nueva secretaria general del PSE-EE, Idoia Mendia, que en la última reunión de seguimiento del acuerdo, el pasado mes de junio, los socialistas hicieron una “buena valoración” del mismo y ha revelado que en el mes de septiembre algunas comisiones de trabajo se han vuelto a reunir. Mendia ha reconocido esta relación fluida, pero de hecho, los socialistas han visto en esos encuentros que los cumplimientos de algunas partes del acuerdo van muy retrasados. “Y estamos ante una emergencia social”, ha recordado en el segundo turno de intervención Idoia Mendia.
“Los pactos son para cumplirlos”
Urkullu ha admitido que “nos gustaría ir más rápido, pero somos realistas”. Y ha vuelto a asegurar que “los pactos son para cumplirlos”. “Usted eligió gobernar en minoría y sigue en minoría, y las manos las tenemos libres y el acuerdo no tiene una vocación plurianual”, le ha recordado Mendia, avanzando así lo que sin duda será una dura negociación entre PNV y PSE, pero sin visos de ruptura en el horizonte.
El lehendakari soslayó en el debate las críticas de inconcreción acerca de su planteamiento de “nuevo estatus” para Euskadi y de una “soberanía compartida” donde se reconozca el derecho a decidir. Ha reiterado que lo suyo es el método -“debate, diálogo, acuerdo, pacto y ratificación por parte de la sociedad- y que el ”proyecto tiene que salir de lo que decida la ponencia de autogobierno“ del Parlamento vasco. Y no se ha salido de un guión que repite desde hace un año.
Al PP de Arantza Quiroga, Urkullu le mostró su “preocupación” por el “talante recentralizador del Gobierno español”, mientras la líder de los populares vascos le retaba a defender abiertamente la independencia ante la sociedad vasca en su programa electoral si ése es realmente su proyecto.
La cifra de las más de 169.000 personas que están en paro en Euskadi no apareció en la primera intervención del lehendakari. Sin embargo, en el segundo turno de palabras aseguró que “la prioridad del Gobierno es el empleo”. Sin embargo, se vistió el traje del realismo político para asegurar que las “graves secuelas de un lustro de crisis no se van a solucionar ni en un año ni en dos”. Y aseguró que el que no piense esto “no está en la realidad”. Además, resaltó que el Gobierno tiene “plan, rumbo, acción y resultados”, mientras, decía, alejarse de cualquier atisbo de “autocomplacencia”.
Maneiro y la “corrupción” del PNV
Ha sido el parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, el que ha intentando acorralar al presidente vasco con la corrupción que salpica al PNV. Maneiro le ha preguntado a Urkullu si “pretende tapar la corrupción y las corruptelas”. Y le ha enumerado los casos Ibarzaharra -los miembros del PNV que han estado cobrando sin ir a trabajar, dos de ellos imputados, desvelado por eldiarionorte.es., el 'caso de Miguel', o los relacionados con los proyectos Epsilon e Hiriko, además de la investigación judicial abierta a instancias de UPyD por la compra de informaciones en el Grupo Noticias, afín al Ejecutivo, con dinero publico del Ejecutivo como si fueran publicidad. Sobre los dos primeros, Urkullu ni habló. Del último, tampoco. Y sobre Epsilon e Hiriko dijo que no “confundamos fallidos con casos de corrupción”, mientras reiteraba su compromiso personal “con la honestidad y la transparencia”.
Hasier Arraiz, que se estrenaba como portavoz en la bancada de EH Bildu, al igual que Idoia Mendia, le espetó al lehendakari que “la bilateralidad con Madrid es imposible, igual que la soberanía compartida”. Por ello ha invitado al PNV y a Urkullu a avanzar en la vía vasca hacia el derecho a decidir y a una “ruptura exquisitamente democrática con ese Estado, que ni en estos 40 años, ni en otros 40 siglos va a tener disposición para reconocer a Euskal Herria como sujeto de decisión”. La respuesta al portavoz de la coalición soberanista vino de la mano del portavoz peneuvista, Joseba Egibar, quien ha pedido a EH Bildu tranquilidad. “Piano, piano”, le ha repondido a la oferta el líder peneuvista y representante del sector más soberanista del partido. “La izquierda abertzale se ha caracterizado por meter a este pueblo en callejos sin salida”, ha apuntado Egibar dirigiendo su mirada a la bancada de EH Bildu. Y le ha preguntado si no van a dar ninguna explicació de por qué han tardado 35 años en abrazar las vías políticas y democráticas.
A las 18.47 se ha levantado la sesión y la sensación de “deja vu” advertida por alguno de los presentes ha tomado cuerpo en este segundo debate de política general de la legislatura.
