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Todos los lehendakaris se reúnen en Gernika para honrar a los presidentes vascos en el exilio, Aguirre y Leizaola

Urkullu, con los familiares de Aguirre y Leizaola y los anteriores lehendakaris

Iker Rioja Andueza

Euskadi ha homenajeado a Euzkadi. En pie sobre tierra vasca y junto al viejo roble de Gernika, todos los lehendakaris de la democracia (Carlos Garaikoetxea, José Antonio Ardanza, Juan José Ibarretxe, Patxi López e Iñigo Urkullu) y una amplísima representación institucional de la que solo se ha querido excluir el PP han rendido un emotivo tributo a los dos presidentes del Gobierno de Euzkadi en el exilio durante la Guerra Civil y la dictadura, José Antonio Aguirre (1936-1960) y Jesús María Leizaola (1960-1979) y, por extensión, a todos los consejeros. Según ha solemnizado Urkullu, que ha portado la 'makila' presidencial, Aguirre, Leizaola y sus equipos mantuvieron “encendida la llama del pueblo vasco” en “los años más oscuros” del franquismo. Sus descendientes, presentes en Gernika, han agradecido emocionados las muestras de cariño.

La fecha elegida para el acto institucional –15 de diciembre– no es ni mucho menos casual. Tal día como hoy, hace justamente cuatro décadas, Leizaola bajaba de un avión que aterrizó en el aeropuerto de Sondika, cerca de Bilbao, poniendo fin a 43 años de Gobiernos vascos en el extranjero. Semanas antes, el 25 de octubre, los vascos habían ratificado en referéndum el Estatuto de Gernika, que recuperaba los poderes autonómicos establecidos por vez primera en la II República aunque sin efectividad plena por la Guerra Civil. Urkullu ha recordado la “emoción” con que se vivió aquel aterrizaje y que Aguirre “no consiguió regresar a Euskadi”.

El lehendakari desde 2012 ha querido remarcar el carácter “plural” de aquel primer Gobierno de Euzkadi surgido en 1936 para desterrar visiones reduccionistas. Ha citado a todos los partidos que, liderados por el PNV, conformaron el gabinete de Aguirre, PSOE, Unión Republicana, Izquierda Republicana, ANV y PCE. Ha dicho también que, mirando al futuro del autogobierno vasco, “el compromiso con la pluralidad es irrenunciable”. También ha leído, uno a uno, los nombres de todos los consejeros, desde la A del republicano Aldasoro a la Z del socialista Zarza.

Urkullu ha remarcado que Aguirre, durante la II Guerra Mundial, “puso todos los medios [del Gobierno de Euzkadi] al servicio de los aliados” al entender que una victoria frente a los nazis y los aliados acarrearía también la caída de Francisco Franco y el advenimiento de la democracia en España. De aquella época datan los contactos del denominado Servicio Vasco de Información (SVI) con la CIA de Estados Unidos o con otras potencias. El propio Leizaola consta como colaborador de los servicios secretos británicos.

Durante el acto se han escuchado discursos de Aguirre y de Leizaola, pero también del que fuera consejero de Sanidad, el republicano Alfredo Espinosa, fusilado tras evacuar a niños enfermos. En su carta de despedida, dirigida a Aguirre y que cerraba con un “Gora Euzkadi y viva la República”, explicaba que prefería morir a renunciar a sus ideales. La grabación de un testimonio “a poco tiempo de la ejecución” ha provocado emoción e incluso lágrimas. Alfredo Espinosa da nombre desde hace unos pocos años a un hospital en Urduliz, si bien pocos conocen quién es y su historia.

En la tribuna de la casa de juntas de Gernika también ha habido parlamentos de la nieta de Aguirre, Amaia, que es alcaldesa de Getxo desde mayo por el PNV, el mismo cargo que tuvo José Antonio, y del nieto de Leizaola, Xabier. Amaia Aguirre, en euskara y castellano, ha destacado el “sentido de pueblo” de su abuelo y el valor la lengua vasca como “columna imprescindible para construir la identidad vasca”. También ha enfatizado la “profunda creencia católica” del dirigente, a quien la Biblia acompañaba “todas las noches” en su singladura por Barcelona, Perpiñán, París, Amberes, Berlín –se ocultó en la boca del lobo– y finalmente Nueva York. El descendiente de Leizaola, por su parte, ha manifestado que “ser nacionalista es entregarse al servicio del país” y ha remarcado que su abuelo “escogió unir su destino al de su país”.

Es solamente la segunda ocasión desde que Urkullu tomó posesión de la 'makila' que ha portado este domingo en que se reúnen los cinco lehendakaris. Carlos Garaikoetxea (que gobernó con el PNV aunque luego fundó EA, ahora en EH Bildu) estuvo en el cargo hasta 1986, el nacionalista José Antonio Ardanza –que ha superado los problemas de salud para estar presente– lo hizo hasta 1998, Juan José Ibarretxe ocupó Ajuria Enea hasta 2009 y el socialista Patxi López le dio el relevo hasta 2012. El único precedente de la fotografía data de 2016, en el 80 aniversario de la constitución del Gobierno de Euzkadi.

Además, han asistido miembros del Parlamento y expresidentes de la Cámara –con alguna excepción, como la de la 'popular' Arantza Quiroga–, alcaldes y diputados generales, parlamentarios, diputados, senadores y líderes políticos de PNV, EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PSE-EE, pero no del PP. El acto –organizado por el Instituto de la Memoria (Gogora)– ha dado por inaugurada una exposición sobre el Gobierno vasco en el exilio y ha contado con piezas musicales interpretadas por el Orfeón Donostiarra.

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