Los médicos de la red pública vasca alegan motivos éticos para no practicar abortos

“En Osakidetza no hay profesionales que quieran dedicarse en exclusiva a hacer un equipo de interrupción voluntaria de embarazos”. Así lo asegura el consejero de Salud, Jon Darpón, quien puntualiza que existe un “volumen muy importante” de médicos que alega “motivos éticos” para no practicar este tipo de intervenciones. Darpón ha realizado estas afirmaciones ante la comisión de Sanidad del Parlamento vasco, a la que ha acudido para explicar la diferencia que existe entre el número de abortos que se practican en la red pública vasca y los que se derivan a clínicas privadas. Y es que en la red pública solo se realizaron 551 de los 3.000 abortos voluntarios practicados el año pasado.

Darpón ha explicado que en la red pública se practican las interrupciones de embarazos motivadas por causas médicas que pueden realizarse en cualquier momento de la gestación, que requieren hospitalización y son más complejas. Y se derivan a centros privados las interrupciones del embarazo a petición de la mujer que solo son legales en las primeras 14 semanas de gestación, que son más numerosas e implican un menor riesgo. En este tipo de supuestos es preciso garantizar la agilidad, lo que se hace con menos problemas en los centros privados.

El 67% de las mujeres que realiza una interrupción voluntaria del embarazo no acude previamente a un centro sanitario para la utilización de métodos anticonceptivos. Este porcentaje se agudiza entre las más jóvenes, un sector en el que alcanza el 93,3% en las menores de 15 años y el 83,8% en las de 15 a 19. En cuanto a los motivos para abortar de forma voluntaria, el más frecuente es la existencia de peligro para la salud física o psíquica de la embarazada