Uno de cada diez niños vive al borde de la pobreza
La crisis económica está golpeando con fuerza en la infancia. El 11,8% de los menores de 14 años de Euskadi se encuentra en riesgo de pobreza. Esa es una de las conclusiones del primer estudio monográfico sobre pobreza infantil elaborado por el Departamento de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno vasco. El informe está siendo analizado por el Consejo Vasco de Familia, un órgano consultivo encargado de canalizar la participación de los agentes sociales en el diseño de las políticas públicas sobre familias.
El estudio destaca cómo han empeorado las condiciones de vida de la población menor de 14 años como consecuencia de la crisis económica, básicamente porque sus padres han perdido el trabajo. Más de 33.000 menores de 14 años viven en una situación de riesgo de pobreza de mantenimiento, lo que representa el 11,8% de esa población. El umbral de pobreza de mantenimiento se sitúa en el País Vasco en 855 euros al mes para una persona, y en 1.500 euros al mes en el caso de que sean cuatro las que viven bajo el mismo techo. Otro 10,5% vive en una situación de ausencia de bienestar -1.165 y 1.970 euros, respectivamente-, mientras que el 77,7% restante vive en una situación de bienestar.
La huella de la pobreza sobre las condiciones de vida de los niños resulta muy gráfica al comprobar como de cada 100 personas en riesgo de pobreza, 21 son menores de 14 años (en el año 2000 eran 14). Por el contrario, los mayores de 65 años representan en la actualidad el 12% cuando en el año 2000 eran el 27 % de todas las personas en riesgo de pobreza. Los menores de 35 años superan el 50 % del conjunto. Con estos datos, los auores del estudio concluyen que el perfil de la pobreza en Euskadi se está trasladando hacia la población infantil y juvenil.
Grupos de riesgo
Los grupos con más riesgo de caer en la pobreza corresponde a los niños pertenecientes a familias inmigrantes, con tasas de pobreza real del 41% frente al 4,6% de las autóctonas. También resultan muy afectadas las familias monoparentales, con un 32% y las numerosas con un 25%.
Las carencias materiales dejan a la infancia en una situación de desventaja y vulnerabilidad futura que puede afectar a su desarrollo educativo, social y laboral. Es una advertencia del Ararteko, quien también publicó hace unos meses un estudio sobre el impacto de la crisis en la infancia. El ararteko Iñigo Lamarca inclusó alertaba de que algunos niños estaban pasando hambre en Euskadi. Según sus datos, un 7,7% de la población vasca vive en hogares con problemas graves de alimentación.
El actual sistema vasco de ayudas a las familias y de prestaciones sociales está ayudando a contener las tasas de exclusión y pobreza infantil de la comunidad autónoma, situándolas por debajo de las cifras del Estado y de la media europea. Mientras las tasas de pobreza infantil en Euskadi son un 50 % inferior a la media española, con relación a los demás países de Europa se encuentran en un nivel similar a la de países como Francia y Reino Unido.
