“Aún hay padres que se sorprenden cuando ven que una mujer dirige el colegio”

Milagros Aranes es la directora del colegio Luis Dorao desde hace varios años. Se trata de un colegio público vitoriano que imparte Educación Infantil y Primaria. Su preocupación es que la escuela no solo se quede en impartir contenidos, sino que transmita valores, desde el respeto a la empatía y pasando por la igualdad. Coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, Aranes reflexiona sobre la forma en que la escuela contribuye a cimentar la igualdad y a superar la brecha de género. “Lo cierto”, dice, “es que nos queda pelea para rato para terminar con el machismo”.

“Nos estamos dando cuenta de que cada vez hay más complicaciones. Hace unos años fuimos pioneros en la creación de un plan de convivencia y resulta que hoy en día tenemos muchos más problemas de los que teníamos entonces. La igualdad no deja de ser un problema de convivencia, que a una niña no le tengan en cuenta por el hecho de ser mujer es algo que no se puede permitir”.

Hay un déficit de valores general y la escuela tiene que ser, sobre todo, “un sitio donde se trabajen valores además de contenidos. La escuela no solo está para enseñar dónde está París o cuál es la capital de Noruega. Estamos más para enseñar valores: respeto, tolerancia, empatía….Es una sociedad cambiante”.

En cuanto a rla igualdad, básicamente depende de la implicación de cada profesor. “Aunque en el centro se organicen actividades a nivel general, la implicación del profesor hace que se lleven de una manera o de otra. Los años que llevamos inmersos en una cultura machista nos pesan a las mujeres. A veces, yo misma no me reconozco en ciertas situaciones y me parece mentira lo que estoy pensando. Es difícil, vamos cambiando, pero hay mucho por hacer”.

La última iniciativa del colegio ha sido incorporar una unidad didáctica en la que 'pinchando' en cualquier provincia española aparecen los centros educativos que llevan nombre de mujer. “A partir de ese momento, lo alumnos deben esforzarse en conocer que hizo y qué represento esa mujer, que a menudo, ni siquiera figura en los libros de texto”.

Culturas diferentes

El hecho de trabajar en el colegio con culturas diferentes hace que sea necesario insistir más en el tema de la igualdad. “En algunos casos, esas culturas están en los años 50 nuestros en cuanto a tener en consideración a la mujer. Aún me encuentro con padres que cuando vienen a hablar con la directora creen que el responsable es Rafa, que es el secretario, por el hecho de que él es hombre y yo mujer. Hay culturas donde el papel de la mujer es el de cuidar de los hijos y quedarse en casa”.

Los profesores tienen inculcado el trabajo de la igualdad, pero no existe un plan y una estregia establecidas desde la administración. “En su momento incluso hubo agentes de coeducación. En los centros es complicado tener un encargado de la igualdad específico porque eso obliga a liberar a alguien y no hay horas suficientes. En un colegio concertado le encargas la tarea a un docente y no tiene más remedio que hacerla porque si se niega al año que viene no vuelve a dar clase. Mandar es muy fácil, lo difícil es mandar lo que se puede hacer”. Al final, la directora de Luis Dorado se siente que cada centro se encuentra solo con su circunstancia