El papel de los bomberos en los desahucios sigue sin resolverse legalmente
La futura Ley vasca de Servicios de Prevención y Extinción de Incendios no regula un aspecto tan polémico como la actuación de los bomberos en los casos de desahucios domiciliarios. Los profesionales del sector, que desde que conocieron el contenido de la normativa hace dos meses escasos han criticado la “ambigüedad” de su redacción, echan en falta una mención expresa sobre cuál debe ser su papel en los desalojos. Consideran que el Gobierno ha escogido no fijar una posición sobre dónde empieza y dónde acaban las funciones de los bomberos en esas circunstancias tan delicadas que generan un dilema profesional y personal a estos trabajadores.
En Euskadi han sido contadas las ocasiones en que se han requerido sus servicios para colaborar en actuaciones de esta naturaleza aunque este colectivo ya ha mostrado su negativa a participar en lanzamientos de personas desahuciadas, fundamentalmente con la apertura de las puertas de la vivienda a desalojar. “Los problemas que se suelen generar los desahucios con la negativa del afectado a abandonar su vivienda, son un asunto de orden público, que no compete al cuerpo de bomberos. Sí debemos actuar para salvaguardar la seguridad de las personas y los bienes, por ejemplo si el residente intenta prender fuego a la casa o pone en riesgo su vida al intentar tirarse por la ventana. Entonces sí intervenimos. Pero consideramos que cuando se encierra y solicitan que vayamos a abrir la puerta o usemos la escalera, no debemos actuar. Es un asunto policial ”, aclara Josean Barrocal, delegado del Comité de Trabajadores de Bomberos en Vitoria y sindicalista de ELA.
Ángel Madrazo, de CCOO, comparte esta visión. Desde CNT entienden que esas personas no necesitan ser rescatadas salvo los casos en que su vida corra un riesgo. “Intervenir en esas circunstancias va en contra de nuestra misión y funciones. Les dejamos en un estado total de desamparo cuando se supone que tenemos que salvaguardar a las personas. Es una auténtica contradicción”, declara a título personal un bombero afiliado de CNT. Ya el pasado 2013 el cuerpo de bomberos de San Sebastián mostró en un acto público su negativa a participar en estas actuaciones.
Casi 16.000 firmas en contra
Por ello, el colectivo reclama que el anteproyecto, aprobado por el Consejo de Gobierno vasco el pasado 27 de julio y que estudiará el Parlamento en otoño, aborde de forma explícita este controvertido asunto. “Deben estar bien claras cuáles son la funciones que debemos acometer y cuáles son las que no debemos acometer. Y ni está especificado en la vigente Ley de Emergencia ni en el futura que está en proceso de aprobación”, expone Josean Barrocal. “Apenas están delimitadas nuestras competencias y funciones y lo han hecho así de forma deliberada y calculada”, añade el afiliado a CNT.
Los sindicatos que anteriormente ya se han posicionado en contra de este normativa porque, a su juicio, favorece la precarización de servicios, abre la puerta a la privatización y al fomento del voluntariado en detrimento de los bomberos profesionales, esperan celebrar un encuentro con el Gobierno antes del debate parlamentario. “El acuerdo institucional del que habla el Gobierno no se ha dado. Los que han votado han sido puestos políticos que se pliegan a los intereses del Gobierno de turno. El contenido debe negociarse con los implicados y esperamos que ese ejercicio de consenso entre todas las partes se dé finalmente”, sostiene Barrocal.
A través de la plataforma change.org han recogido casi de 16.000 firmas contra el Anteproyecto que regula sus servicios. “¿Quién quieres que venga a ayudarte en un incendio o accidente? ¿Un profesional bien formado, preparado y dispuesto, o un voluntario desde su casa, o bomberos desde otro parque porque el cercano está cerrado?”, preguntan en el foro virtual.
