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“Que ninguna pensión esté por debajo de 1.000 euros”

Adolfo 'Txiki' Muñoz y Ainhoa Etxaide encabezaron la protesta frente al Parlamento
Vitoria-Gasteiz —

Sindicatos y colectivos sociales han rodeado hoy el Parlamento vasco para protestar contra la reforma del sistema de pensiones que se aprueba mañana en el Congreso y reclamar un sistema público vasco que garantice unas prestaciones dignas en el momento de la jubilación. Los secretarios generales de ELA, Adolfo 'Txiki' Muñoz, y LAB, Ainhoa Etxaide, han encabezado la protesta. Ambos han advertido que las reformas van a “empobrecer” a este colectivo y beneficiarán a las aseguradoras. “Las pensiones están en manos de gobiernos que trabajan para la banca”, denunciaron. Los concentrados reclamaron, entre otras medidas, “que ninguna pensión esté por debajo de 1.000 euros”.

Junto a ELA y LAB se sumaron a la protesta los sindicatos ESK, STEE-EILAS, EHNE, HIRU, CNT y CGT, así como diversas organizaciones sociales. Bajo el lema 'Pentsioen murrizketarik ez?¡ (No a los recortes en las pensiones). Por un modelo propio en Euskal Herria', los organizadores de la movilización han recalcado que resulta “imposible sostener un sistema digno con las decisiones que se están tomando” desde el Gobierno central.

Muñoz achaca al empleo precario, que no permite garantizar cotizaciones para sostener un sistema viable de pensiones, y a que las pensiones dejarán de financiarse con impuestos el “tremendo empobrecimiento” que se avecina. “Detrás de estas decisiones está el poder financiero y las grandes aseguradoras porque saben que si a la gente se le fuerza a contratar seguros privados ellos son los que van a ganar”, ha criticado el secretario general de ELA.

Los concentrados acusaron a las instituciones vascas de mostrar “una gran complicidad, cuando no total sintonía” con el desmantelamiento del sistema de pensiones. “¿Cuál es el modelo de las instituciones vascas? ¿Promover unas pensione spobres para que cada cual contrate pensiones privadas en función de su capacidad económica o contar con un sistema público de pensiones dignas?”, se preguntaron.

El movimiento social exigió un cambio de actitud al Gobierno vasco para que ninguna pensión esté por debajo de 1.000 euros; el establecimiento de un complemento para compensar los efectos de las reformas y la elaboración de un marco vasco de relaciones laborales y protección social “más democrático”.

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