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“El periodista web se vuelve prisionero de un presente perpetuo”

Renaud Lambert, redactor jefe de Le Monde Diplomatique. /Foto cedida por la organización de las jornadas

Aitor Guenaga

Leioa —

Renaud Lambert es el redactor jefe de Le Monde Diplomatique, la publicación francesa modelo de un periodismo de análisis y comprometido y con cierto control por parte de los periodistas que trabajan en la publicación, ya que son propietarios de parte del accionariado de la publicación. Ha defendido el modelo de Le Monde Diplomatique y la necesidad de que la ciudadanía sea consciente de la importancia de entender que hacer buena informacion y buenos análisis tiene un coste. “La información gratuita no existe y si existe significa que el Corte Inglés o quien sea la está pagando”, ha comentado en las jornadas celebradas recientemente sobre el futuro del periodismo de calidad en la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación.

Le Monde Diplomatique es mensual y se edita en papel, pero tiene también versión on line. Sin embargo, Renaud Lambert trasluce cierta crítica a cómo se ha ido desarrollando determinado tipo de periodismo digital. “El periodista web se vuelve presionero de un presente perpetuo”, asegura el redactor jefe de Le Monde Diplomatique, y este periodista “ya no investiga”, más bien se dedica a “agregar contenidos”. Incluso va más allá en su crítica y censura que ese modelo alternativo del que alardean algunos medios digitales no lo es tanto. “Los nuevos medios no están tan lejos de aquellos medios que prometieron derrocar”, apunta, al tiempo que explica que en Internet “el principio de coherencia no existe. El internauta es infiel e imprevisible” a la hora de surfear en la Red.

La edición francesa original tiene una tirada superior a los 300.000 ejemplares, pero Le Monde Diplomatique cuenta además con 38 ediciones en uno total de 26 lenguas (existe una versió en castellano). Con la particularidad de que todas estas ediciones están obligadas a incluir en sus ediciones entre el 50% y el 60% de lo que se publica en la versión francesa.

Publicación controlada por el grupo Le Monde

Le Monde Diplomatique, que está controlado al 50% por el grupo Le Monde, le da una importancia capital a la investigación en sus páginas y a los análisis en profundidad de temas que, muchas veces, chocan con el poder establecido y con las grandas empresas y grupos económicos o financieros. Y eso cuesta dinero. Lambert especificó por ejemplo que su publicación gastó para hacer 12 números un total de 240.000 euros en remunerar a los autores de ese tipo de análisis. Y 60.000 en informaciones. Y 38.000 en hoteles, gastos de desplazamientos, etc para que los periodistas puedan profundizar e investigar.

Aunque la caída de difusión también es una realidad en las publicaciones galas -en general, un 15% en quiosco- Le Monde Diplomatique ha registrado un descenso del 2% en el primer trimestre del 2013, mientras que en 2012 su difusión no decreció, “lo que es un éxito rotundo”, dijo Lambert, que ofreció todos estos números y explicó el modelo de la publicación que codirige para sostener que este tipo de periodismo no está en crisis. Es cierto que la Lambert no pasó por la facultad de Periodismo -“yo estudié a Shakespeare”, admitió- y de los diez periodistas que están en la redacción, solo dos son periodistas. Crítico con las facultades de su país, aseguró que como en otras profesiones hay un “proceso de selección social para ser periodista” y que las aulas francesas se dedican más a “formatear y no a formar”, denunció. Y acabó con una confesión que, en parte, dejó un tanto atónita a la audiencia, un centenar largo de futuros periodistas: “No me gustaría trabajar de periodista si no fuera por Le Monde Diplomatique”.

En cualquier caso, el redactor jefe de esta publicación sí alegó que “la batalla de la supervivencia” de esta profesión y de los medios actualmente “no se gana solo dentro de las paredes de Le Monde Diplomatique. También es una batalla política”. Por eso criticó que la clase política parece haber olvidado su papel en esta defensa de un periodismo decente. “La clase política parece haber abdicado”, apuntó.

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