Una de cada dos personas que abandonan Euskadi por la crisis son extranjeros

La coyunturas económicas óptimas no afectan al inmigrante, pero las negativas, como es el caso actual, sí. Una de cada dos personas que abandonaron el año pasado el País Vasco debido a la crisis económica y la falta de empleo era de nacionalidad extranjera, según el estudio de movimientos migratorios del Instituto Vasco de Estadística-Eustat. En total, el País Vasco perdió en 2013 a casi 20.000 extranjeros.

El estudio revela un saldo negativo global de 1.956 personas entre los extranjeros y nacionales que se fueron y los que recalaron en Euskadi. Si el balance entre los que llegaron y se marcharon a comunidades autónomas (tanto nacionales como extranjeros) resultó positivo en 3.220 personas, el saldo fue negativo en 5.176 con relación a los que salieron al extranjero.

En total, recalaron en Euskadi 18.239 extranjeros, mientras que partieron 19.356, la mayoría fuera de España. Por territorios, Gipuzkoa tuvo un saldo positivo de 1.388 personas y Álava ganó 82 personas por la migración, mientras que Bizkaia perdió 3.426 individuos y fue el único que presentó saldo migratorio negativo.

Las comunidades autónomas que constituyen un “polo de atracción” para los emigrantes de Euskadi (nacionales y extranjeros) son Madrid, Castilla y León, Cantabria, Cataluña, Andalucía y Navarra. Entre las seis recibieron un 65% de las personas que dejan la comunidad con destino a otras regiones del Estado. Por edades, la media de las personas emigrantes es de 35,2 años, ligeramente superior a la de los inmigrantes, 33,2 años. En cuanto al género, un 53% de los inmigrantes son hombres y un 47% mujeres, pero entre las emigraciones la diferencia entre ambos es mayor: un 55% hombres y un 45% mujeres.

Gorka Moreno, director de Ikuspegi-Observatorio Vasco de Inmigración, cree que pese al azote de la crisis, los inmigrantes siguen teniendo más motivos para permanecer en Euskadi que para salir de la comunidad. ¿Por qué? Pues porque la situación en sus países de origen es peor en muchos casos, por lo que la decisión de volver debe ser muy meditada. En el caso de marcharse pueden perder su situación administrativa y después resulta muy complicado recuperarla. En ese caso, suele ser el cabeza de familia quien emprende el viaje de retorno, mientas el resto de la familia se queda en el País Vasco. Antes de salir, agotan varias estrategias de superviviencia.