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5.000 profesores sin plaza buscan su hueco en el nuevo curso pendientes del teléfono

Las plazas fijas públicas para docentes suponen alrededor del 75% de la plantilla.

Eduardo Azumendi

Con el comienzo del curso escolar, no solo llegan los nervios para los alumnos. También para miles de docentes, quienes año tras año se tienen que enfrentar a la incertidumbre de si encontrarán un hueco. Son más de 5.000 profesores de la red pública los que se encuentran en esa situación. Se trata de una cuarta parte de la plantilla de la red pública, que al no tener plaza fija se tiene que someter a la interinidad y la provisionalidad. En agosto salen las adjudicaciones telemáticas. Los docentes que no tienen plaza fija, pero que tienen más puntos por años trabajados y méritos académicos acceden a esos destinos, que suelen ser por un curso completo.

Si no apareces en el listado de agosto, queda la opción de septiembre. Hay unas adjudicaciones presenciales, que también van por puntos y después está la llamada del teléfono. Puede ser en cualquier momento una vez que se ha iniciado el curso. Si un profesor se encuentra arriba en la lista, será enseguida. Pero de lo contrario, pueden pasar semanas y meses hasta que se produce la llamada. Es decir, siempre hay que estar pendiente del teléfono.

Pablo García de Vicuña, responsable de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras Euskadi, asegura que la ausencia de ofertas públicas de empleo (OPE) ha agravado loa situación de la interinidad y, por extensión ha profundizado en el envejecimiento de la plantilla de la red pública: tan solo el 4,4% del profesorado tiene menos de 30 años. El sector predominante en la plantilla es el de mayores de 50 años. La falta de convocatorias de ofertas públicas de empleo en los dos últimos años, la limitación de las tasas de reposición y la eliminación de las políticas de incentivación de las jubilaciones están llevando al profesorado público no universitario vasco a colocarse entre los más envejecidos de Europa, según la central. Por eso, García de Vicuña reclama al Gobierno vasco “políticas de empleo atrevidas, como la superación de las tasas de reposición, y medidas laborales para mayores de 59 años”.

Junto a las adjudicaciones por un año escolar para los más afortunados, con septiembre llega el baile de las sustituciones. Los profesores aguardan como en un limbo, con impaciencia y ansiedad. Esas sustituciones pueden ser por días o meses y el formato del contrato puede ir desde toda la jornada a un tercio de ella. “Vivimos pendientes de la llamada”, asegura uno de estos profesores sin plaza.

Un profesor puede pasar por varios colegios en el mismo curso, con lo que no puede implicarse en el proyecto pedagógico del centro como a él le gustaría. Con el contratiempo que eso supone para él, para los alumnos y para el centro. La estabilidad de la plantilla docente es uno de los activos más importantes de cualquier colegio. Esa continuidad del profesorado les permite plantear proyectos educativos a largo plazo con los alumnos.

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