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Una mujer se queda sin ayuda social por pagar demasiado alquiler

Bruno Sans

Vitoria-Gasteiz —

El Servicio Vasco de Empleo-Lanbide ha retirado la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) a una mujer porque dedica dos tercios de la prestación a pagar el alquiler de la vivienda en la que vive con sus dos hijas menores de edad. Lanbide considera que la afectada tiene ingresos no declarados que le permiten afrontar este gasto. La RGI que la mujer ha dejado de percibir ascendía a 1.080 euros, mientras que el alquiler de la vivienda era de 725 euros. Dos tercios de la prestación que recibía la dedicaba al pago del alquiler. Según Lanbide, el hecho de pagar este alquiler con relación a la ayuda que recibe es porque la demandante de la ayuda “oculta datos”.

Pero según el Observatorio Vasco de la Vivienda, organismo que, al igual que Lanbide, depende del Departamento de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, el precio medio del alquiler en Bizkaia asciende a 880 euros. El alquiler que la madre de familia paga es, por lo tanto, 155 euros inferior a la media. “La reclamante no ha vivido por encima de sus posibilidades”, abunda el Ararteko en una resolución que ha trasladado a Lanbide para que restituya la ayuda de inmediato. Además, como ya había notificado a Lanbide, la demandante recurría al Banco de Alimentos de Nagusilan para poder afrontar sus gastos.

La suspensión se produjo sin una notificación previa, lo que la dejó indefensa. Ante esta situación, la mujer reclamó ante el Ararteko en busca de ayuda. El Defensor del Pueblo vasco solicitó información a Lanbide tanto sobre los supuestos “datos socioeconómicos ocultos” como sobre por qué la afectada no había recibido la notificación de suspensión.

Lanbide ha admitido su error al no notificar la suspensión, lo que ha generado que “la reclamante no pueda presentar alegaciones”, según la resolución del Ararteko, lo que le ha provocado una grave situación de indefensión a ella y a sus dos hijas menores de edad que se han quedado sin ninguna ayuda. Según el ararteko Iñigo Lamarca, la ausencia de notificación convierte la suspensión en nula de pleno derecho, y considera que Lanbide, una vez reconocido el error, tendría que haber revocado la suspensión.

Aunque Lanbide asegura que se está tramitando la reanudación de la RGI, el Ararteko advierte que eso supone alargar la duración de la suspensión. Por todo ello, solicita que se deje sin efectos inmediatos la suspensión, abonando además las cuantías que la demandante ha dejado de percibir.

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