El reto del relevo generacional de los grandes cocineros

La cocina se ha convertido en una de las señas de identidad cuando se habla de Euskadi. No en vano, a Juan Mari Arzak se le reconoce como el “patriarca” de la revolución culinaria en España. En el reciente congreso Gastronomika celebrado en San Sebastián incluso el resto de colegas reconocieron que con Arzak “empezó todo”. Por así decirlo, Arzak cambió el orden de las cosas. Y ahora que se aproxima la hora del relevo de algunos de los grandes cocineros, el Gobierno vasco va a impulsar con medio millón de euros el relevo generacional con el objetivo de que Euskadi se mantenga como un referente en el panorama mundial de la gastronomía, con la excelencia e innovación como seña de identidad.

La consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, ha presentado el programa 'Gastrobikain' que contempla ayudas a la apertura de nuevos restaurantes “de calidad” de la mano de nuevos cocineros, y a la “consolidación” de locales ya en marcha que quieren lograr reconocimientos internacionales.

“Se nos conoce por la buena gastronomía” pero desde hace años el sector se enfrenta a dos problemas fundamentales: Mantener la excelencia y asegurar el relevo generacional“.

El director general del Basque Culinary Center, Joxemari Aizega, ha detallado por su parte las condiciones para acceder a las ayudas, que podrán solicitarse hasta finales de mes. La línea orientada a dar oportunidades a los jóvenes que acaban de terminar sus estudios estará dotada con 200.000 euros y la destinada a acompañar a los cocineros que “quieren dar un salto adelante en su calidad y excelencia” con 300.000. Estas cantidades podrían ampliarse en años venideros, ha avanzado.

Las ayudas del Gobierno Vasco servirán para financiar inversiones como obras para acondicionar locales o para adquirir maquinaria, equipamiento, mobiliario y utillaje. Los interesados deberán poner de su bolsillo un 20 % del presupuesto total, el Ejecutivo dará una ayuda máxima a fondo perdido de hasta el 40 % y resto se completará con financiación bancaria u otras vías.

En el caso de los negocios de nueva creación la inversión mínima debe ser de 60.000 euros y en el caso de la consolidación de restaurantes de 100.000.

“No tengo ganas de parar, sino al revés”

Mientras el Gobierno vasco se preocupa por el relevo, Martín Berasategui, con 44 años ya de profesión, asegura que aún no tiene “ganas de parar”, sino “al revés”.

“Si parara, si me hubiese quedado encerrado hace unos años, habría perdido un montón de oportunidades para mi profesión, mi marca y mi país. Soy embajador en el mundo de mi profesión y de mucha gente que está a mi alrededor y que está haciéndome feliz este viaje como cocinero”, ha dicho a EFE el restaurador donostiarra, de 58 años.

Berasategui ha presentado los equipos Eurofred con los que ha equipado la cocina de su restaurante de Lasarte-Oria (Gipuzkoa), que cuenta con tres de las ocho estrellas Michelin que suma este chef, el cual abrirá el próximo martes su nuevo restaurante de Lisboa.