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“Esto ha sido tan fuerte....no tiene explicación”

Peluches y velas, en el calle en que sucedió el macabro suceso.

Natalia González de Uriarte

Vitoria está de duelo y sobrecogida tras el trágico desenlace. Alicia solo tenía 17 meses y la ciudadanía no encuentra explicación a lo sucedido. Bajo la ventana del piso donde se desarrollaron los macabros hechos algunos vecinos  han improvisado un espacio en recuerdo a la pequeña con peluches, velas en señal de duelo y mensajes de cariño. “Tu sacrificio no será en vano”, reza una carta manuscrita depositada en el lugar. “Tu ausencia no anulará tu olvido. Gracias a ti seremos más valientes y luchadoras. No permitiremos que nadie nos oprima ni manipule. No, ya no más. No, nunca más” concluye del texto de despedida niña en el que su autora ha dibujado una paloma y desea a la pequeña que descanse en paz.

Algunos viandantes evitan pasar por la zona, cruzan para atravesarla por la acera contraria, cabizbajos y en silencio. Otros, se paran, rezan y lanzan besos al aire para Alicia. Al ser preguntados por el motivo que los ha conducido hasta el lugar, la gente no habla, simplemente llora. “Esto ha sido tan fuerte. No tiene explicación. Ha tenido que ser algo mental”, se lamenta emocionada una mujer que ha dejado encendida una vela para Alicia. A su lado, una pareja joven, ha depositado en osito de peluche entre los varios que adornan ya el asfalto sobre el que empezó a morir la pequeña. Se han trasladado hasta allí desde Ibaiondo, un barrio nuevo de Vitoria y bastante alejado de la calle Libertad. “Preferimos no hablar. Gracias. No conocemos a la familia  pero simplemente hemos venido. No sabemos porqué”, consiguen articular sobrecogidos por la emoción. Nadie se asoma hoy a las ventanas de las viviendas contiguas y entre los ocupants de los coches que atraviesan la calle y miran de reojo hacia el primer piso del número 14 de la calle Libertad, se intuye el comentario que murmura tímidamente la ciudadanía: ¡cómo ha podido pasar esto!.

La gente no habla, llora

El Ayuntamiento ha convocado una concentración silenciosa en repulsa por el brutal suceso. Anoche, centenares de vitorianos participaron en un acto de denuncia convocado en la plaza de la Virgen Blanca. En silencio reclamaban que este último episodio de violencia machista sea el último.

Los hechos tuvieron lugar la madrugada del lunes. Alicia fue arrojada desde una ventana en Vitoria y permanecía hospitalizada en estado grave hasta que falleció día y medio después. Un hombre de 30 años lanzó por la ventana a la hija de 17 meses de su pareja al ser descubierto cuando presuntamente abusaba del bebé. Cuando la mujer (de 18 años) le descubrió se enzarzaron en una durísima pelea y el hombre arrojó al bebé por la ventana y dejó malherida a la mujer. Esa es la principal hipótesis que maneja la Ertzaintza y el Juzgado de Instrucción número 1 de la capital alavesa para tratar de aclarar la terrible agresión.

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