55.300 vascos recurren a Cáritas porque “la recuperación económica se olvida de los pobres”
55.300. Ese es el número de vascos que el año pasado recurrió a Cáritas Diocesana en Euskadi en busca de ayuda debido a su falta de recursos. Se trata de una cifra muy parecida a la del año pasado, aunque por territorios en Álava ha aumnentado el número de personas atendidas por Cáritas. Según la organización diocesana, la pobreza se cronifica y se hereda. En conjunto, Cáritas de Bizkaia, Gipuzkoa y Vitoria han destinado durante el pasado año un total de 5,3 millones de euros en ayudas económicas a personas en situación de pobreza, lo que supone un 7% más que en el año anterior. Es decir, casi un millón de incremento. El 80% de esos 5,3 millones proceden de los fondos propios de la organización, apunta Cáritas en su balance de actividad de 2016. La recuperación económica que vive la comunidad autónoma “resulta ”muy desigual“ ya que no se deja ver entre las personas con menos recursos, alerta Cáritas. Los datos de pobreza aparecen precisamente en la misma semana en la que el Gobierno vasco aumentaba la previsión de crecimiento de la economía vasca para este año.
En el caso de Gipuzkoa, se han atendido a 26.709 personas, 300 menos que en 2015, mientras que las ayudas económicas concedidas han superado los tres millones de euros, por encima de la cifra del año anterior. La lectura es que se cronifican las situaciones de pobreza más severas. Por su parte Cáritas Diocesana Vitoria ha atendido a 18.078 personas, en total 6.026 familias, 55 más que en 2015. Y ha concedido 604 ayudas económicas por un importe de 118.812 euros. En Bizkaia el número de personas atendidas ha sido de 10.519 y se han invertido 1,6 millones en ayudas económicas para 3.845 personas.
Familias monoparentales
El perfil más frecuente del demandante de ayudas de Cáritas se corresponde con familias monoparentales, jóvenes, con hijos y también parados de larga duración. En cuanto a las necesidades más habituales, figuran la vivienda, en especial suministros y pagos de alquileres; y las necesidades básicas, como la alimentación o ropa. “Hay un problema de subsistencia”, han advertido los responsables de la organización en Gipuzkoa.
El director de Cáritas en Bizkaia, Carlos Bargos, ha destacado que los datos sobre personas atendidas se ha estabilizado “en una meseta”, tras los picos del inicio de la crisis en 2013 y 2014, pero se mantienen los grupos de personas sin hogar y los que padecen grave situación de exclusión, “que requieren intervenciones prolongadas y más intensivas” por parte de Cáritas para cambiar esa situación.
Así, Bargos ha avisado de “la persistencia y la cronificación de la pobreza”, sobre todo entre colectivos de personas extranjeras, de mujeres con hijos a su cargo y también menores de 45 años con empleos inestables y precarios.
Bargos ha hecho un llamamiento a las empresas a generar empleo “estable y decente”, ante el dato de que un 20 % de quienes reciben la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) corresponde con trabajadores cuyos sueldos “no les llega” para vivir y tienen que solicitar esa ayuda social para complementarlo.
Por eso, Cáritas pide a las empresas que asuman su responsabilidad como “lugar privilegiado para generar una sociedad diferente” y “generar espacios de dignificación para las personas”.
