“Una vez que nos han planchado nos quieren echar a la calle”
Hace ya un mes que el grupo IMQ, que gestiona la Clínica del Pilar, anunció el cierre de la misma debido a la “persistente caída de ingresos”. María Jesús Rico, enfermera de la clínica, apunta que este era “un cierre anunciado”, ya que lleva décadas obteniendo beneficios, sin un plan mínimo de inversiones, con decisiones empresariales “desastrosas” y con una política de “prescindir de servicios que eran rentables y generaban valor añadido”. Por ello, los trabajadores consideran que IMQ es el único responsable de “exprimir al máximo las posibilidades económicas de la clínica, sabiendo que su objetivo final era cerrarla”.
Los trabajadores denuncian que a lo largo de los últimos tres años IMQ ha dejado en la calle a más de 50 personas con indemnizaciones “irrelevantes”, bajo la amenaza de que si no aceptaban se iban a perder todos los puestos de trabajo. Además aseguran que en este tiempo se les ha aplicado un ERE temporal y una rebaja de los salarios “escandalosa” con la promesa de que así se garantizaban los puestos de trabajo, por lo que denuncian que “una vez que nos han planchado nos quieren echar a la calle”. Asimismo, varios trabajadores afirman que han recibido amenazas directas de los responsables de IMQ de que “si alguien lleva una pegatina, va a ser expulsado directamente de la clínica”.
Los responsables del Comité de Empresa han indicado que a día de hoy, se encuentran inmersos en la negociación del segundo expediente, porque segun denuncian, el primero que presentó IMQ era “claramente ilegal”. Así, critican que desde que la empresa anunció el cierre de esta clínica lo único que han planteado es que “no va a respetar la sentencia del TSJPV”, que establece que se debe aplicar en convenio de sanidad privada, en el que se recogen las indemnizaciones mínimas que deben percibir los 97 trabajadores que actualmente componen la plantilla. A su juicio, con la actitud que está manteniendo IMQ “no hay visos de un posible acuerdo en este proceso”. El único acuerdo que ven posible es la recolocación de una parte importante de la plantilla, pero creen que “no hay ningún interés” por parte de la empresa, porque después de cuatro reuniones “nadie ha traído un plan de nada, ni de cuantos, ni quienes, ni en qué condiciones… ”, asegura Rico.
Incertidumbre en el cierre
Los trabajadores han manifestado la incertidumbre con la que tienen que acudir a su puesto de trabajo, porque aún no saben cuándo se cierra la Clínica. En un primer momento la empresa puso como fecha el 8 de noviembre, pero finalmente no será así. “Ahora sólo sabemos por los rumores que el cese de actividad puede suceder el 21 de diciembre”, apunta la enfermera.
Asimismo, han anunciado que independientemente de lo que ocurra en el acuerdo del expediente, el conflicto laboral seguirá porque “no vamos a desaparecer de la faz de la tierra”. “Si no hay acuerdo satisfactorio, allá donde haya una sigla de IMQ, nos tendrán enfrente reivindicando lo que es nuestro”, ha concluido Rico.
