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“Pon toda la emoción en la meta, y en lo del medio solo gestiona”

Ecequiel Barricart presenta su libro 'Think Punk'.

Miguel M. Ariztegi

El texto es un acercamiento a la creatividad -en la empresa, pero también en la vida- desde la filosofía punk. El autor se fija y establece paralelismos entre las saturadas, rígidas y desencantadas sociedades americana y británica de los años 60 y principios de los 70, el sustrato donde surgió el movimiento punk, y la nuestra de la (post)crisis. Falta de confianza en el futuro, rigidez en las normas y clases sociales, conductas estereotipadas, alerta económica permanente… y llegaron los punks y arrasaron con todo: canciones simples, rápidas, cortas y a contracorriente. Eso es Think Punk.

“Sí, es esa sensación de desilusión y desencanto en la sociedad, nos falta un poco de locura, de espontaneidad. El título hacía referencia solo a la locura en un principio, pero luego, quizá por mi querencia musical también, me metí a investigar qué supuso el punk en sus orígenes”, explica. “La revolución del punk fue hecha por personas que vivían en una situación mental con muchas similitudes a nosotros: falta de creencia en el sistema, desamparo…”

-Y casi medio siglo después, seguimos igual

-Hoy tampoco asumimos riesgos por lo que pudiera pasar. La gran crisis nos ha hecho verle las orejas al lobo y hemos dicho: cuidado con el asunto. Nos hemos quedado atontaos, y la mayoría sigue los convencionalismos sociales como mecanismo de defensa, para poder cobrar la nómina o la pensión, que ya parece suficiente.

-Frente al conformismo, el punk como antídoto

-“Casi nadie asume riesgos, y sin asumirlos es muy difícil conquistar tus sueños, tus ambiciones. En ese sentido vivimos en una sociedad cada vez más gris. Hay ruido, hay caos, pero todo el mundo transita de forma convencional, con la cabeza baja por la vida. Los punks hacían cosas muy diferentes, ¿y por qué? Apenas habían estudiado nada, casi no sabían tocar más que tres acordes, pero lo que decían lo decían desde el interior, de verdad. Lo sacaban, lo vomitaban casi, y les daba igual la forma. No era importante tocar, sino expresarse.

-Recomienda perder el miedo a mostrarse, a la verdad

- Sí, eso nos pasa hoy: estudiamos, pedimos informes, datos, nos envolvemos en capas de cebolla que nos protegen para esconder nuestro yo, nuestra marca personal. Pero lo que mueve el mundo son las emociones. Lo racional es fácilmente alcanzable, porque es medible. Las emociones no; te hacen único, diferente.

-Para que funcione debe ser simple, ágil y sexy, como una canción de los Sex Pistols

-Es importante bajar a la tierra el concepto. Lo hice conmigo mismo. Ahí empezó toda la movida del ciclismo, de la Titan Desert. Dije: creo que es posible que una emoción poderosa mueva a una persona a alcanzar una meta, por difícil que sea. Y me pregunté: ¿qué es lo que más asco puede darme? El deporte. El réflex, el sudor… y en aquel momento estábamos diseñando para Conor las bicis y me puse con ello.

Ecequiel ha participado en 2016 y 2017 en la Titan Desert, una competición de resistencia de 6 días de duración que se disputa en el desierto de Marruecos. Entrena con su grupo de ‘cabras de Zuasti’, a quienes dedica el libro.

-La emoción de pensar que en unos meses iba a cruzar la meta de la Titan Desert, algo solo al alcance de supermanes, me hizo decir vamos a por ello. Recuperar tu cuerpo, cambiar de hábitos. Ahí está la filosofía Think Punk: pon toda la emoción en la meta, y en lo del medio solo gestiona. ¿Cuál es el listado de cosas racionales necesarias? Adelgazar, comprar una bici, entrenar, conseguir financiación… hay que ser metódico en eso, hay que hacerlo germánicamente, sin emoción. El problema es que ponemos emoción en todo, y eso es un problema. Porque salir a subir cuatro puertos a tres grados de temperatura no es viable para nuestras emociones, pero sí si las ponemos en otra parte.

-Un proceso creativo en sí mismo.

- Eso es. Una idea radical muy simple. Contundente. Que sea ágil, no esperar que dependa de todo el mundo, ni que las circunstancias sean favorables. Tú debes poder hacerlo, para no poner excusas. Y sexy, emocionante. Que digas, ¡qué bien me siento! Si es así, será viable. El problema es que nos enredamos con ideas complicadísimas.

-La agencia de comunicación Youmedia es origen y banco de pruebas de la filosofía Think PunkYoumedia

- Youmedia y Dragoon, que es muy importante en mi vida profesional. Hemos estado todo el verano dando una vuelta a la empresa, estamos en guerra creativa. En guerra contra todo tipo de mediocridad, de medias tintas. Creatividad, belleza, emoción, personas… volver a lo importante. Dejarse de datos, precios, tablas y cálculos. Lo que mueve el mundo son las emociones. Parece que todo el mundo busca el precio, pero te das cuenta de que lo realmente importante no tiene nada que ver con eso.

- Quizá hemos heredado una visión del punk tamizada por cómo fue degenerando…

- Sí, hablo de básicos de la música punk: Sex Pistols, Ramones. Que la gente se acerque a esa música de nuevo, al movimiento cultural. Que no se deje confundir por la decadencia posterior. Aún hoy marcan tendencia. Fueron tan incorrectos que mucha gente no los ha tenido en cuenta, y esconde unos tesoros alucinantes. Por ejemplo, hoy nadie suda en las fotos, nadie tiene poros… pero ya es tendencia buscar la imperfección, porque lo contrario ya no nos llama la atención. El valor de la imperfección y el valor de la inutilidad son conceptos muy punk.

- El extracto punk es la contracultura, el ir a contracorriente.

- El nuevo punk es el amor. En Tú eres Dios la gente entendía que tú eres sandios, y no era ese el tema, era una cuestión de marca personal. Ahora el amor es lo más radical, lo más raro. Amar es sospechosísimo. ¿Cómo llevar la contraria? Con amor. La proliferación de ideas y conceptos no cambia que la única manera de validarlas es la práctica. La teoría puede ser muy frívola si no se aplica.

- El libro parte de un descubrimiento personal.

- Sí. No tengo ninguna intención de cambiar el mundo, me da igual. Yo quiero cambiar mi mundo, el de la gente que me rodea. A mí me funciona. La suma de pequeñas mejoras en pequeños mundos hace el general mejor. Los hippys, ir por las praderas fumao, no es el tema. Voy más al punk porque creo desde mis sentimientos, mis heridas, yo me mojo. No es algo cómodo.

- Think Punk es ser simple, ágil y sexy en el ahora.

- El zen, la conciencia del presente y demás lo tengo muy estudiado. Lo que me sorprendió es la conciencia en el ahora del movimiento punk; ellos decían que el futuro no existe, por lo que vivían en un presente continuo. Hay que tomar conciencia de que lo que haces lo haces ahora. Entre los dos movimientos solo cambia la expresión, las formas. Un movimiento es más hacia adentro y el otro hacia afuera, pero la gente zen, los budistas, y los punk, viven con la misma intensidad el presente. Y eso me parece alucinante.

Think Punk, de la editorial Urano, ya está disponible por 15 euros en formato papel y 5,69 en libro electrónico.

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