Una de las reliquias medievales navarras, en manos de los más jóvenes

Los sillares del castillo de Zalatambor, también conocido como Castillo Mayor de Estella, han sido testigos de siglos de historia navarra. Las primeras alusiones a su existencia se remontan al año 1024 y, desde entonces, desempeñó, por su alto valor estratégico, un importante papel en la defensa del reino frente a Castilla. Ahora, un grupo de veintitrés jóvenes llegados de diferentes países trabaja en un campo de voluntariado para recuperar la fortificación.

Las intervenciones que están llevando a cabo estos jóvenes desde el 16 de julio han sido de muy variada índole: desde el desbroce y limpieza de vegetación de los caminos hasta la excavación arqueológica de los espacios de la fortaleza que se cree que podrían corresponder al aljibe (un depósito para recoger y conservar agua) y la capilla. De igual manera, se vienen realizando labores de tratamiento de los materiales arqueológicos que se van recuperando. Incluyen su limpieza, clasificación e inventariado.

La primera mención al castillo de Zalatambor se remonta al siglo XI, en la que se hace referencia a un teniente, Xemeno Ogoaiz, que lo habitaba. Se conoce como Zalatambor desde el siglo XIII, cuando comienzan a levantarse las primeras fortificaciones. Erigido sobre roca natural, en el conjunto se pueden distinguir al menos siete recintos diferentes.

Excavaciones desde el año 2000

Se vienen realizando excavaciones arqueológicas en el castillo desde el año 2000 y se ha conseguido ya una planta bastante completa. Entre ese año y 2010, se delimitaron sus estancias, se restauraron y consolidaron sus muros y se crearon caminos de acceso. No obstante, desde 2011 tan solo se realizaban labores de mantenimiento.

Declarado bien de interés cultural en el año 1949, la empresa de arqueología Navark coordina ahora estos nuevos trabajos arqueológicos. Los jóvenes que participan en ellos proceden de diferentes países, como Italia, México o Rusia. Además de trabajar, participan estos días en otras actividades de tiempo libre, como visitas guiadas por la propia Estella y otros lugares de la comunidad foral o deportes de aventura.