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El alcalde de Estella convierte la plaza de toros en un 'pipican'

Los guías caninos de la Policía Foral estrenan la plaza de toros de Estella como 'pipican'.

Miguel M. Ariztegi

La plaza de toros de Estella, en Navarra, es un recinto centenario, “donde se ha jugado la vida José Tomás, y también ha toreado el más grande rejoneador de todos los tiempos: Pablo Hermoso de Mendoza”. Sin embargo, la “falta de uso” de la infraestructura ha llevado al alcalde de la ciudad navarra, Koldo Leoz (EH Bildu), a transformarlo en una zona de esparcimiento canino, más conocidas como pipican por la ciudadanía.

“Yo prefiero zona de esparcimiento”, apunta el alcalde en conversación telefónica. Su argumentación es clara: “Se utilizaba dos veces al año, unos 10 o 15 días en total: en las fiestas, en agosto, y en la capea del Club Taurino, a finales de junio. Porque desde este año pasado las fiestas txikis, las de los jóvenes, han prescindido de los toros”, explica.

La de abrir las puertas para solaz de los perros es una decisión personal del primer edil: “La he comentado con mi equipo de gobierno y con otras personas y a nadie le parecía mal. Es darle un uso a un edificio público que está vacío 350 días al año”, incide Leoz, que también apunta que el uso como zona de esparcimiento canino “no impide que se siga utilizando como plaza de toros si se organizan ese tipo de eventos. Es un uso complementario”.

Leoz asegura que “más allá de comentarios fuera de lugar en redes sociales” solo “los más puristas de la tauromaquia” se han mostrado en contra de su iniciativa. “Pero muy mayoritariamente los comentarios están siendo positivos, creo que hemos acertado”, recalca.

Como era de esperar, no es de la misma opinión Jorge Crespo, presidente del Club Taurino de Estella, a quien corresponde la frase que abre esta noticia: “Es una falta de respeto hacia el mundo del toro. Los toreros se juegan la vida en la arena”, subraya, y por si no se entiende, una comparación echando mano de los Sanfermines: “A nadie se le ocurre hacer esto en la plaza de toros de Pamplona”. Y tiene razón, el alcalde de la capital navarra, Joseba Asiron (también de EH Bildu), no solo se deja ver en el tendido de sol en algunas tardes de corrida en los Sanfermines, sino que también preside la del día grande, la del 7 de julio. Pero el antitaurinismo de diversas velocidades de EH Bildu, que llegó a prohibir los toros en San Sebastián, es otro tema.

“Cada cosa tiene su espacio y su sitio. Estella es una zona privilegiada, con muchos jardines y monte. La plaza no está preparada”, argumenta Crespo, que también es dueño de dos perros. Insiste en que la plaza de toros “no es el lugar adecuado, por seguridad y porque no está preparado”.  

No se muestra contrario tampoco a “reformar” la plaza y darle “otros usos” durante el año para aprovecharla como espacio, pero lo de que las heces caninas se mezclen con la arena del coso no lo ve: “Podríamos abrir otra zona en el cementerio: casi no va nadie tampoco y los que están seguro que no se quejan”, comenta con sorna. No obstante, reconoce que la decisión “es perfectamente legal, aunque personalista. Yo respeto al alcalde, sea el que sea, porque es nuestro, de todos”, termina.

Lo cierto es que Estella, o Lizarra, como se conoce en euskera, es el sexto municipio de Navarra, y cuenta con una población de más de 14.000 habitantes y, hasta esta semana, una sola zona de esparcimiento canino, en el paseo Los Llanos, criticada por su pequeño tamaño.

“Los edificios de propiedad pública en la ciudad estaban infrautilizados, y una de las prioridades de esta legislatura ha sido dotarlos de actividad, de uso”, insiste el alcalde, que cita varios ejemplos: el antiguo ayuntamiento, que fue primera casa de juntas de la ciudad en el siglo XI, estaba abandonado. Ahora es una oficina de turismo, y en breve será un pequeño museo con la historia de la ciudad. La antigua estación de tren acaba de ser acondicionada para el uso de diferentes colectivos de la ciudad, igual que los locales de la Fundación Caja Navarra, que han sido cedidos mediante un convenio… es una línea de trabajo consistente en esta legislatura.

EH Bildu está fuerte en Navarra: apoya el Gobierno de Uxue Barkos, ostenta la Alcaldía de Pamplona, la de Estella, y concentra un gran poder municipal, con mucha implantación en ayuntamientos pequeños. “Nuestro principal aval es el trabajo que hemos hecho; esta legislatura hemos demostrado que otra forma de hacer política era posible con un poco de imaginación y sin gastar mucho: atención a la ciudadanía y apertura a todos los colectivos son nuestra receta”, reivindica Leoz.

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