Amamantar y trabajar: hagamos que sea posible

Amamantar y trabajar: hagamos que sea posible. Es el lema elegido este año por WABA para celebrar la Semana Mundial de la Lactancia Materna. La Alianza Mundial Pro Lactancia Materna se creó en 1991 con el objetivo de trabajar conjuntamente con la OMS y UNICEF en la protección, promoción y apoyo de la Lactancia Materna y de los derechos de las mujeres y sus hijos. De esta manera, se encarga cada año de elegir un lema y anima a colectivos y asociaciones a organizar sus propias acciones a favor.

En el Hemisferio Sur se celebra del 1 al 7 de agosto y aquí, en Europa, al coincidir con período vacacional, se organiza a primeros de octubre.

Según las cifras actuales sabemos que un 80-90% de mujeres dan lactancia materna a sus bebés al alta hospitalaria. Esta cifra se ve notablemente reducida a un 40% de bebés amamantados de forma exclusiva con leche materna a los cuatro meses de edad.

En nuestra comunidad, los datos de una encuesta realizada por la doctora Sánchez Echenique en el año 2008 revelaban la cifra de 43,9 de bebés amamantados con leche materna exclusivamente a los 4 meses de edad. A los 6 meses y, dependiendo de la zona de residencia (dato a tener más que en cuenta), los datos oscilaban entre un 45 y un 12% de bebés con Lactancia Materna exclusiva.

Será necesario recordar nuevamente, a la vista de estas cifras, que diferentes organismos competentes en salud materno-infantil recomiendan dar lactancia exclusiva (materna preferiblemente o de fórmula) hasta los seis meses de edad evitando la introducción temprana de otros alimentos ya que está evidenciado el efecto negativo que esto produce a corto y largo plazo: intolerancias, alergias, obesidad, etc. De la misma manera, reconocen que, a mayor tiempo de lactancia materna, mayores son los beneficios para la madre y para su bebé, y por extensión, para el resto de la sociedad.

Cuando una mujer que trabaja tiene un hijo/a, se encuentra que la legislación actual le concede un período de 16 semanas de descanso tras el parto, siendo poco más amplio en situaciones especiales. De esta manera, cuando la madre debe regresar a su puesto de trabajo tras dicho período, el bebé tiene 4 meses de edad. Muchas mujeres deciden acumular los permisos especiales, vacaciones, etc. con el fin de retrasar al máximo la reincorporación. Lamentablemente, hay casos, autónomas por ejemplo, que no tienen más remedio que separarse de sus bebés mucho antes de las 16 semanas… ¿en dónde queda pues la lactancia exclusiva hasta los 6 meses y las recomendaciones de la OMS y UNICEF?

Somos numerosos los colectivos que desde hace varios años venimos reclamando una ampliación del permiso de maternidad-paternidad, pero, viendo el panorama actual y en espera de que alguien tome conciencia del avance que esto supondría para toda la sociedad, pedimos que desde todos los ámbitos, sanitario, social y laboral, se reconozca la labor de crianza de las mujeres que trabajan dentro y fuera del hogar, se forme a las mujeres desde los cursos pre-parto para el correcto manejo de la Lactancia Materna, haciéndoles conscientes de los beneficios que esta práctica les reporta tanto a ellas mismas como a sus bebés, y que en sus centros de trabajo se les informe correctamente de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, que protege tanto a la mujer embarazada como en período de lactancia hasta los 9 meses de edad del bebé. Está demostrado que una mujer que cuenta con apoyo suficiente y está dotada de herramientas prolonga su lactancia tanto como ella o su bebé lo desean, compatibilizando el resto de actividades.

Solo de esta manera lograremos que amamantar y trabajar sea posible y no una carrera de obstáculos a la que se ven sometidas ellas y sus familias en el momento que deben reincorporarse al mundo laboral.