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Cuando se tira del hilo de la memoria histórica

Un momento de la exhumación de en Egüés / Foto: Txinparta-Fuerte San Cristóbal. Red de Memoria Colectiva.

Garikoitz Montañés

Navarra necesita ejercitar la Memoria Histórica. Porque solo con eso se logran mejores resultados. Una investigación en torno a una fosa concreta puede ayudar a localizar otras, o bien a poner nombre a los cuerpos exhumados. Así lo asegura la asociación Txinparta, que insiste en localizar los cuerpos de los prisioneros que se escaparon en 1938 del fuerte de San Cristóbal, en Navarra, y que fueron fusilados en muchos casos allí donde fueron interceptados. Esa dispersión complica su localización, pero la exhumación de tres cadáveres este fin de semana supone un nuevo punto de partida para seguir localizándolos o identificándolos.

El anuncio realizado por el Ayuntamiento de Egüés de que este pasado sábado iniciaría la exhumación de una fosa, ubicada en el concejo de Elía, congregó a numeroso público en este punto. Finalmente, los trabajos arrancaron el sábado y el domingo pudieron extraerse los cuerpos. Para ello, resultó vital el testimonio de un vecino de la zona, que supo concretar el lugar donde fueron enterrados los cadáveres, correspondientes a tres prisioneros que formaron parte de la masiva fuga del fuerte, que tuvo lugar el 22 de mayo de 1938. 795 reos huyeron, solo tres o cuatro lograron llegar a Francia y, según se recoge en el informe elaborado por la Sociedad de Ciencias Aranzadi para realizar esta exhumación, alrededor de 207 fueron ejecutados.

En este caso, dos cadáveres aparecieron juntos y otro, a unos seis metros. Ahora, los restos serán analizados en un laboratorio dependiente de la Universidad del País Vasco; los trabajos pueden alargarse en torno a un mes y, en ellos, se estudiarán tanto los objetos hallados como, por ejemplo, la altura y las características de los cadáveres, las lesiones que pudieron sufrir y la causa de la muerte. No obstante, en al menos uno de los cuerpos ya a simple vista se percibía con nitidez el disparo en el cráneo. Más adelante se decidirá dónde reposan los restos.

Esta exhumación avivó los comentarios del público asistente, porque, según cuenta el integrante de la asociación Txinparta, Koldo Pla, este tipo de actos “ayudan a que la gente hable del tema, a que comenten algo que a menudo no dicen, a que recuerden dónde fueron fusilados o de dónde procedían”. En este caso, la rumorología apunta a que uno de los fusilados podría ser de Asturias y otro de ellos de Navarra. Para ello, se tomaron muestras de ADN de uno de los asistentes a la exhumación a cuya familia, según se comentaba, ese día le trasladaron “una mala noticia”. Los tres fugados acudieron al pueblo pidieron pan y ayuda, fueron apresados y, a instancias de un pelotón cercano de la Falange, al parecer fusilados por las mismas personas que los habían interceptado.

Nuevas actuaciones

Indicios como estos, aunque remotos, ayudan a localizar cuerpos y a ponerles nombre. Pla insiste en que seguirán adelante con las investigaciones, que ahora apuntan a dos nuevas fosas en el entorno de Esteríbar (falta comprobar si los testimonios son creíbles), y que desde la asociación exigirán al Gobierno Foral que dé un paso al frente y, como se recoge en la Ley de Memoria Histórica, financie estos trabajos. “Vamos a seguir insistiendo y presionando para que cumplan con lo contemplado en la ley”, anticipa Pla. En este caso, ha sido el Ayuntamiento de Egüés el que se ha adelantado al Ejecutivo al promover esta operación, planeada por la Sociedad de Ciencias Aranzadi, pero el alcalde, Alfonso Etxeberria (Geroa Bai) no descarta exigir ese presupuesto al Ejecutivo.

La asociación de familiares de fusilados de Navarra, affna36, ya denunció recientemente que en torno a 230 personas desaparecidas durante la Guerra Civil y cuyos restos se esconden en fosas por toda la comunidad siguen a la espera de financiación foral. Además, lamentaron que desde 2011 las partidas del Gobierno vinculadas a la memoria histórica (que, por ejemplo, han permitido crear un mapa, que se puede consultar por Internet, con las fosas ya identificadas en Navarra) únicamente se han ejecutado a la mitad.

 

Ataque al monolito en el monte Ezkaba

Por otro lado, el Ayuntamiento de Berriozar ha denunciado el ataque, con pintura negra, a uno de los dos monolitos colocados desde octubre en el monte de Ezkaba en honor precisamente a los fusilados del fuerte de San Cristóbal, en una actuación acordada con la asociación Ahaztuak, el Autobús de la Memoria.

El equipo de gobierno, formado por NaBai y Bildu, ha descrito el ataque, a través de un comunicado, como “un acto fascista, ya que así lo deja claro la cruz gamada pintada en el monolito”, uno de los dos colocados (el más cercano a la carretera) en la zona. Su alcalde, el también parlamentario de Aralar Xabier Lasa, ha confirmado que se denunciarán estos hechos, a pesar de la dificultad para encontrar a los autores. Mientras, desde affna36 han lamentado la insistencia de los grupos de ultraderecha por atacar los símbolos en el monte Ezkaba, con pintadas y amenazas.

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