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Fomento no quiere que Adif pague las obras del TAV a las que se comprometió con UPN

N. Elia

Como si de un culebrón se tratara, el vicepresidente foral Manu Ayerdi ha ejercido de protagonista en un episodio de despecho hacia el ministerio de Fomento, con el que hasta hace unos días negociaba un nuevo convenio para la construcción del TAV en Navarra. Recién llegado de su reunión en Madrid con el secretario de Estado de Infraestructuras, Ayerdi ha querido expresar en rueda de prensa su “enfado mayúsculo” con los responsables del ministerio de Fomento, a quienes ha acusado de “mentir” sobre el contenido de la reunión que mantuvieron la víspera. El ministerio señaló en un comunicado que la propuesta de Navarra era “inasumible” porque “suponía un año en blanco” en el desarrollo del proyecto. “Es falso”, ha respondido de forma tajante Ayerdi. “Se ofreció la posibilidad de que haya obra en 2018”, ha afirmado.

En las acusaciones cruzadas de ambas administraciones, la clave de la disputa sigue siendo la misma: el dinero. Ni el Gobierno de Navarra, ni el Estado a través de Adif, quieren asumir la financiación de las obras que Fomento se ha comprometido con UPN a acometer desde este año.

El ministerio reclamó a la Comunidad foral la anulación de la encomienda de gestión de los trabajos que continúa vigente dentro del convenio firmado por ambos hace 7 años; y el vicepresidente Ayerdi accedió a la petición estatal, pero con la condición de que, además de la capacidad de licitar y adjudicar las obras, el Estado asuma también el compromiso de financiarlas. A través de su comunicado, Fomento respondió que este planteamiento era “inasumible”.

Fomento quiere la capacidad legal de licitar y adjudicar, porque así puede cumplir con su compromiso hacia UPN de que los trabajos comiencen de forma efectiva el próximo año; pero no quiere pagar directamente las obras, sino que prefiere que Navarra adelante el dinero y devolverlo a las arcas públicas posteriormente.

Esto obligaría al Gobierno foral a incluir en su proyecto de presupuestos para 2018 una partida para financiar el TAV, un asunto por el que sus socios en el cuatripartito ya han anunciado que no están dispuestos a pasar. De manera que Ayerdi manifestó al ministerio que su Gobierno “no está en disposición” de cumplir esta exigencia, pero sí estaría dispuesto a que, en contra del criterio de sus socios del cuatripartito, las obras del TAV se reanudasen en 2018 licitadas, adjudicadas y pagadas por Adif.

Ayerdi mataba así dos pájaros de un tiro, garantizándose el apoyo de sus socios a los presupuestos y permitiendo el inicio de unos trabajos de los que el Gobierno foral quedaba desvinculado de cualquier responsabilidad. Pero Fomento rechazó su oferta. Preguntado sobre qué administración licitará finalmente los tramos comprometidos con UPN, Ayerdi se ha limitado a responder que “el tiempo lo dirá”.

No hay nuevas reuniones previstas en el calendario de Fomento ni de el vicepresidente foral para intentar salir del punto muerto en el que han terminado las negociaciones. Fomento ha reclamado de forma oficial al Gobierno de Navarra que remita a Madrid los proyectos constructivos de los dos tramos entre Villafranca y Olite el próximo 15 de octubre y el 15 de noviembre.

En una carta remitida al ministerio de forma previa a la reunión, Ayerdi se ofrecía a entregar los proyectos de dichos tramos “tan pronto como los termine la ingeniería adjudicataria”. Pero, como su oferta iba ligada a la asunción por parte de Adif de financiar los costes de las obras, Fomento la rechazó. Ayerdi no ha aclarado si tiene intención de remitir los proyectos al ministerio en las fechas señaladas. A modo de advertencia, el presidente de UPN, Javier Esparza, ya ha reclamado al vicepresidente Ayerdi que “no se declare en rebeldía”.

La negociación del Convenio Económico

El Gobierno foral tendrá que medir las consecuencias de las decisiones que tome a partir de ahora en torno al TAV, entre otras razones, porque tiene entre manos otra negociación importante con el Estado, la de la actualización del Convenio Económico. En su carta previa a la reunión con el ministerio, Ayerdi intentó supeditar la negociación sobre el corredor ferroviario al resultado de la negociación sobre el Convenio. “El Gobierno de Navarra no firmaría un nuevo convenio sobre el tren hasta tener cerrado un acuerdo en torno al Convenio Económico”, anunciaba Ayerdi en su carta al ministro Iñigo de la Serna. “Este es un asunto clave para Navarra, cuando la aportación de Navarra al Estado está por encima de los 600 millones y hasta el propio Javier Esparza dice que la aportación debería estar en torno a los 450 millones. No tendría capacidad de salir a la calle diciendo que he firmado un convenio sobre el tren, en el cual me voy a descontar lo que he adelantado de la aportación al Estado, sin tener cerrada una aportación que está más de cien millones por debajo de lo que estamos pagando”, explicaba Ayerdi al ministro en su misiva.

Fomento respondió a este respecto en su comunicado que ambas negociaciones eran independientes entre sí, y que así tenían que continuar. Queda por ver hasta qué punto influyen las malas relaciones entre el vicepresidente Ayerdi y Fomento en las negociaciones que mantiene el consejero de Economía, Mikel Aranburu, con el ministerio de Cristóbal Montoro.

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