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Igualdad, una meta que exige pasos “urgentes” en la política navarra

Un cartel contra la violencia de género / Foto: Efe.

Garikoitz Montañés

¿Puede Navarra contar con un instituto equiparable a Emakunde, el Instituto Vasco de la Mujer? El Gobierno Foral sí dispone del Instituto Navarro para la Igualdad, cuya denominación también ha sido objeto de críticas. Primero fue Instituto de la Mujer, después se insistió en que la igualdad no es únicamente una cuestión de ellas sino que implica a todas las personas y se habló del Instituto de Igualdad, luego se incluyó a Familia, que acabó antecediendo a la igualdad y, ahora, el compromiso del nuevo Ejecutivo era volver a denominarlo Instituto Navarro para la Igualdad.

La asociación profesional de agentes de igualdad de Navarra (Apaiona-Nabale), que agrupa a personas técnicas en esta materia, insiste en que este debate en la terminología es importante, como también el hecho de que Emakunde, al que se refieren como “un modelo” a seguir, dependiera en el Gobierno Vasco de Lehendakaritza y, en Navarra, ahora se haya optado por que lo haga de la consejera portavoz, Ana Ollo. Si implicara directamente a Uxue Barkos, aseguran desde el colectivo, se habría asegurado la transversalidad de las medidas en igualdad, que afectaran a todo el Ejecutivo. Y se habría dado trascendencia a esta meta, para la que hay que dar pasos “urgentes”, subrayan.

La advertencia de Apaiona, un colectivo que en la actualidad agrupa a 17 agentes de igualdad, llega, según explica su presidenta, Eva Izturiz, tras las expectativas generadas por el acuerdo programático. El texto, que fue apoyado por Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra, incluye por ejemplo esa transversalidad, también habla de la necesidad de “contemplar la cuestión de género en cada uno de los planes, programas y prestaciones sociales”; apuesta por implantar medidas de prevención de la violencia y contra el sexismo en educación, fomentar la coeducación y la no discriminación; hacer corresponsables a hombres y mujeres de los cuidados; luchar contra la brecha salarial; impulsar la igualdad dentro de la propia Administración; usar lenguaje no sexista y, en materia legislativa, impulsar una nueva Ley de Igualdad y desarrollar la Ley foral contra la violencia de género.

Esta última se aprobó al final de la pasada legislatura, con UPN al frente del Gobierno, y desde los colectivos sociales se coincidió en el paso adelante que supone sobre el papel (por ejemplo, al especificar los tipos de violencia como la psicológica, la sexual o la económica), pero también se insistió en la necesidad de dotarla de recursos para hacerla efectiva.

En esta batería de grandes metas, una de las medidas era recuperar precisamente el nombre de INAI para el Instituto Navarro para la Igualdad. La primera, de hecho. Está previsto que, según han confirmado diversas fuentes, este viernes se anuncie el nombramiento de Mertxe Leránoz (psicóloga, experta en género, fue técnica de Igualdad en el Ayuntamiento de Berriozar, psicóloga clínica en el centro Andraize y referente de la Comisión Ciudadana Antisida de Navarra) como su nueva responsable, en sustitución de Teresa Nagore.

La parlamentaria de Podemos y extécnica de Igualdad en el Ayuntamiento de Estella, Tere Sáez, espera que el instituto complete ahora su equipo con más profesionales en materia de género, para seguir con el trabajo ya acordado desde hace dos años: “El itinerario político está aprobado, que consiste en llegar a las políticas locales, luchar contra la violencia de género, fomentar la conciliación y la corresponsabilidad en los cuidados y trabajar por la paridad y la equidad. El acuerdo programático ya incluye medidas en este sentido, y ahora lo que esperamos es que se cumplan”.

La violencia de género, muestra de desigualdad

El organigrama, en este y otros campos del Gobierno Foral, aún no está cerrado. Fuentes del Ejecutivo, por su parte, insisten en que el objetivo es cumplir esa transversalidad, y por ello defienden que la Igualdad, que antes dependía de Políticas Sociales, lo haga ahora de un departamento precisamente centrado en las Relaciones Ciudadanas e Institucionales, a pesar del evidente gesto jerárquico que habría supuesto depender directamente de la presidenta.

Sí es cierto, no obstante, que contando a la propia Barkos, el llamado Gobierno del cambio ha logrado la paridad (cinco mujeres y cinco hombres), pero Izturiz espera ahora que se dote del personal necesario y de medios a una tarea que debe implicar a todo el Ejecutivo, a quienes recuerda que “no se puede terminar con la violencia de género si no hay igualdad. Porque la violencia es una muestra de desigualdad”.

(Edición actualizada).

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