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“Nadie debería escandalizarse por ver a una mujer amamantar a su bebé”

La presidenta de Amagintza, Beatriz Mansilla.

Garikoitz Montañés

Que una madre dé el pecho a su bebé en lugares públicos se ha convertido en un derecho recogido expresamente en la Carta de Derechos y Deberes de las personas en el Sistema Vasco de Salud. Sin embargo, desde la asociación Amagintza, que promueve la lactancia materna en Navarra desde alrededor de 1989 (en la actualidad reúne a unas 60 socias), no ven necesario una medida de este tipo en la Comunidad Foral, porque, según afirma su presidenta, Beatriz Mansilla, tampoco está recogido en ninguna parte que una persona pueda alimentarse en público. Simplemente ocurre. Sus palabras suenan a reivindicación, a defensa de la normalidad de una práctica que, aunque natural, se ha perdido durante algunas generaciones. Por eso, ahora a veces puede generar sorpresa ver a una madre amamantar a su hijo o hija en público, pero en ningún caso debería generar recelos, según insiste Mansilla.

Amagintza ha colaborado con el Departamento navarro de Salud en la promoción de la lactancia materna. ¿Cree que la mayoría de la ciudadanía está al corriente de sus derechos en este tema?

Amagintza está formada por madres voluntarias y dentro de las socias hay sanitarias como matronas, enfermas, pediatras… y ese trabajo reivindicativo es la razón de ser de este grupo de apoyo: tenemos que favorecer, promocionar y proteger la lactancia materna. En muchas reuniones nos encontramos con mujeres derivadas desde servicios sanitarios, porque hoy en día la lactancia está muy vinculada al personal sanitario cuando antes era una cuestión natural. Porque, además de esa parte instintiva, en la lactancia también hay una parte cultural. Y hay mujeres que en su familia pueden tener una cultura del amamantamiento, pero otras no. De hecho, es muy raro ver hoy en día a una mujer dando el pecho.

¿Raro en la vía pública o en general? ¿No parece entonces la lactancia materna como algo reservado?

Sí, es algo a lo que no estamos acostumbrados. La cultura del biberón parece haberse impuesto y por ejemplo en Navarra los índices más bajos de lactancia fueron en los años 80 [la Liga de la Leche, por ejemplo, es un movimiento internacional formado en 1956 por mujeres que querían dar el pecho a sus hijos e hijas]. Ese aprendizaje se perdió, porque nuestras abuelas o bisabuelas daban teta a sus hijos e hijas, pero en cambio nuestras madres no.

¿Y por qué ha resurgido?

Al tener un hijo, puede esperarse que le des pecho como si fuera algo obvio, pero también ha favorecido la lactancia materna la recomendación sanitaria. Y porque mucho personal sanitario se está llevando las manos a la cabeza con los índices de obesidad infantil, con ciertos problemas de salud y alergias… Pero también hay que decir que el personal sanitario no está lo suficientemente formado como para atender a madres y bebés lactantes. Si hablas con ellos y ellas y les preguntas cuántas horas dedicaron a la lactancia materna durante la carrera, ves que la preparación en este tema parece una parte sin importancia. Y, al final, hablamos de la alimentación de un bebé.

¿Hay vergüenza a dar el pecho en público?

Cada mujer somos un mundo, pero yo supongo que sí. La sociedad está muy acostumbrada a ver pechos de mujeres en todos los sitios, pero parece que enseñar un pecho da reparo, sobre todo al principio. Y es porque la lactancia no está normalizada, no lo hemos visto en nuestras madres, hermanas y vecinas. Ahora, afortunadamente, está subiendo.

¿A pesar de que pueda haber suspicacias?

Nadie debería escandalizarse ni sentirse violento por ver a una mujer amamantar a su bebé. O a dos, o incluso a bebés mayorcitos…

...ese parece un tema de debate. La Organización Mundial de la Salud aconseja la lactancia materna en exclusiva hasta los seis meses, y después hasta los dos años.

Sí, es la llamada lactancia en la sombra. Los organismos internacionales recomiendan cada vez más retrasar la introducción de alimentación complementaria. Nosotras, como asociación, intentamos ser respetuosas con el periodo durante el que se quiere dar pecho. Sí es verdad que a menudo está marcado por la reincorporación de la madre al trabajo, que suele marcar el final de la lactancia, a pesar de que está protegida como el embarazo.

¿La lactancia es una pelea exclusiva de las mujeres o los hombres también se involucran en ella?

Si una mujer da el pecho, puede que el hombre se pierda, entre comillas, la lactancia, pero seguro que hay muchas otras formas de implicarse en el cuidado del bebé. Si una mujer se saca leche, además, puede ser el padre quien se la dé.

Pese a que la lactancia en la vía pública sea un derecho, ¿se dan casos de locales privados que inviten a madres a dar el pecho a su bebé en otra parte (en España trascendió el caso de la cadena de ropa Primark)?la cadena de ropa

Conocemos casos en los que se ha despachado a una madre por, por ejemplo, dar el pecho en la piscina. Si, por ejemplo, hay espacios donde no se puede comer, el amamantamiento puede entenderse de la misma forma. Pero no es habitual que ocurra.

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