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Novela negra: no sólo se trata de descubrir al asesino

Cartel de la primera edición del festival 'Pamplona negra'.

Garikoitz Montañés

Una investigación policial, la picaresca del trabajo detectivesco (el llamado hard boiled), las intrigas del mundo del hampa o la amenaza de un psyco killer… todo eso es el género negro y, cada vez, con características más mezcladas, menos fijas. Pese a que el desarrollo de este tipo de novelas es, quizá, el más arquetípico, el género va más allá de descubrir quién lo hizo. De hecho, en muchas ocasiones el asesino o asesina se saben desde la primera página, y la clave está en descubrir por qué lo hizo o cómo le cazarán.

Ahora que la moda es que los autores nórdicos dominen este mercado, en Pamplona nace un festival que intenta reivindicar que la escritura en castellano tiene una gran riqueza en el género, tanto en el pasado como en el presente. Quizá porque en España sabemos mucho sobre crimen, quizá porque nos interesa el morbo, o simplemente por el nivel de los autores. Pamplona negra es un festival que entre el 19 y el 23 de enero ofrecerá conferencias, mesas redondas, películas e incluso una demostración de cómo funciona realmente la investigación de la Policía Nacional y la Guardia Civil.

¿Es esta una forma de publicitar el trabajo de las fuerzas de seguridad? “No me lo tomo como algo publicitario, sino como un complemento más. Es verdad que el festival da visibilidad a estos cuerpos policiales, pero creo que permitirá al público conocer una realidad que, de lo contrario, jamás vería. Estamos acostumbrados a ver series de televisión sobre esto, pero no a distinguir qué parte del procedimiento es real y cuál no. Por eso hice esta apuesta pensando en el público”, apunta Carlos Bassas. Este escritor es, además, el director de Pamplona negra, una iniciativa que llevaba años barajando hasta que ha podido darle forma con la colaboración de la Fundación Baluarte, donde se desarrollan las actividades, y la Filmoteca de Navarra.

Cine y literatura se darán la mano en este evento, que proyectará películas (cada entrada cuesta 3 euros) como, entre otras, El crack dos (1983, de José Luis Garci) o La Caja 507 (2002, Enrique Urbizu). La sinergia entre ambos mundos resulta evidente, porque desde el mundo literario ya se da salida a nuevos productos pensando en si podrán ser adaptados a la gran pantalla. Bassas, en este sentido, defiende que disfrutar de la literatura y el cine negros son dos placeres “distintos, no excluyentes y fácilmente compatibles”.

En cualquier caso, el objetivo de Pamplona negra es reivindicar el rico papel de la literatura en castellano en este género. Históricamente, con la aportación de autores como Manuel Vázquez Montalbán o Juan Madrid, y en la actualidad, gracias a Lorenzo Silva o Reyes Calderón (los dos ofrecerán conferencias en esta edición), y probablemente en el futuro, con Alexis Ravelo, Paco Gómez Escribano o Rafa Melero. Todos ellos son las recomendaciones particulares de Bassas para iniciarse en este género, que ya cuenta con importantes festivales en ciudades como Gijón, Barcelona, Getafe o Valencia, y en el que Pamplona pretende abrirse un hueco con esta promoción de la literatura en castellano.

Autores locales

No obstante, el festival también pretende cada año (porque la vocación es la de continuar) dar cabida a literatura en otras lenguas oficiales, caso del euskera, y por eso en esta edición también habrá una representación de autores de Navarra y Euskadi, como Alejandro Pedregosa, Jon Arretxe, Carlos Erice y José Javier Abásolo. Todos ellos participarán en una mesa redonda titulada El beltza: pasado, presente y futuro. No busquen, eso sí, a Dolores Redondo, famosa por su trilogía del Baztán: no se ha podido contar con ella para esta edición, pero Bassas asegura que intentará ficharla para las futuras.

Estos son solo algunos de los ingredientes de Pamplona negra. El crimen a escena, que acercará a la escritura y el guión a la lectura, a los autores y su público, que también incluirá una conferencia de la juez de instrucción Mari Paz Benito (una fan reconocida de la novela negra), un taller sobre novela policíaca, conferencias sobre héroes o escenas y otras actividades. Literatura y crimen se dan la mano en la capital navarra: falta por aclarar si ficción y realidad están tan separadas. O no.

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