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Un cohete “sin incidentes” y comprometido contra las agresiones

Un momento de la celebración del Chupinazo 2014.

Garikoitz Montañés

Pamplona —

Cada vez que una chica se subía a los hombros de un chico en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona, un escalofrío. “Otra vez no”, ha apuntado un periodista presente junto al balcón del cohete. Está claro que la sensibilización para evitar estas agresiones sexistas durante las fiestas ha hecho su efecto; otra cuestión es que se logren resultados durante todos los festejos. Por el momento, durante el Chupinazo han vuelto a verse, como viene siendo habitual, a jóvenes tirándose vino, botando y disfrutando de la fiesta, pero las escenas no parecen haber ido a mayores. De hecho, desde la Delegación del Gobierno en Navarra han asegurado la falta de incidentes durante este arranque.

Un compromiso “100%” contra las agresiones sexistas. El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, aseguró unas semanas antes de San Fermín que el Consistorio se volcaría evitar las escenas de abusos contra las mujeres del Chupinazo de 2013. Para ello, el Consistorio empezó incluyendo el símbolo contra las agresiones sexistas en el programa festivo y siguió repartiendo broches (ediles como Eva Aranguren, de Bildu, lo han lucido durante el cohete), camisetas e información con ese logo en plena plaza del Castillo. Otra cuestión es que esta campaña haya puesto fin a esta situación. Y más cuando estos comportamientos, de todo vale en fiestas, se han venido arraigando durante los últimos ejercicios.

Pamplona abrió los informativos nacionales hace un año. Algo habitual por estas fechas, pero no tanto con esas imágenes. Chicas manoseadas por grupos de chicos, algunas sonriendo, otras claramente intentado taparse. No era una imagen nueva, pero sí su repercusión. Este comportamiento machista ya se vivía, por ejemplo, con el llamado 'salto del guiri', cuando extranjeras bebidas precisamente durante el día 6 subían a la fuente de Navarrería, en pleno Casco Viejo pamplonés, y los asistentes se negaban a recogerlas si saltaban sin quitarse la camiseta.

Esa locura se empezó a percibir en momentos como el Chupinazo, en las conexiones de las reporteras televisivas, durante las noches de excesos de alcohol. Asociaciones como Andrea o Lunes Lilas exigieron al Ayuntamiento que tomara medidas para evitar este tipo de comportamientos: recordando la figura de Nagore Laffage, dando cursos de autodefensa, insistiendo en que 'no es no'. Pero, finalmente, 2013 fue un punto de inflexión.

Desde entonces, se ha trabajado en un grupo especial en el Ayuntamiento para prevenir estas situaciones. Y se han diseñado medidas. Por ejemplo, el logo contra las agresiones sexistas se ha convertido en habitual en la ciudad, repartido por marquesinas. Está claro que la campaña ha sido fuerte en cuestión de imagen, pero, como ya adelantó el diarionorte Navarra, asociaciones como Andrea o Mujeres Progresistas de Navarra echaron en falta que se hubieran activado antes y de forma continuada.

El recuerdo a Nagore Laffage

Por ejemplo, este sábado, al mediodía, Lunes Lilas convocó una concentración en la plaza del Castillo para homenajear a Nagore Laffage, la chica asesinada durante los sanfermines de 2008 por José Diego Yllanes. Nagore se ha convertido en un símbolo para pedir Justicia, para no olvidar, para exigir que algo así no ocurra nunca más. Y, sin embargo, estos colectivos piden que sean las instituciones quienes lancen este tipo de mensajes.

Con todo, se ha percibido en Pamplona la sensibilidad contra estas agresiones. Esa misma sensibilidad que ha criticado a Kukuxumuxu por mostrar en un cartel publicitario un dibujo de una chica celebrando San Fermín enseñando los pechos. La obra se ha retirado, pero el debate no. De ahí que, entre la campaña de sensibilización y el anuncio de un mayor control policial durante el Chupinazo, quedara por comprobar si finalmente todo surtiría efecto. Y, por el momento, la sensación es que

Después de las fiestas, no obstante, tocará hacer balance de nuevo. Y desde las asociaciones feministas se pide al Consistorio que no se olvide de este compromiso. De la necesidad de trabajar sobre concienciación contra las agresiones y sobre la igualdad en las fiestas durante todo el ejercicio. Solo así se logrará una sociedad más respetuosa, que sepa disfrutar mejor de San Fermín.

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