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La economía solidaria quiere hacerse visible en Navarra

Imagen de una edición anterior de la feria.

N. Elia

¿Cómo se contrata energía renovable para casa? ¿Qué consecuencias tiene marcar la casilla de la Iglesia o fines sociales en la declaración de la renta? ¿Qué es y cómo funciona un Banco de Tiempo? ¿Puede someterse una empresa a una auditoría social? ¿Es posible aislar mi vivienda con materiales ecológicos? Para quienes se planteen estos interrogantes, o similares, y no sepan bien dónde encontrar la respuesta adecuada, este fin de semana tendrán la oportunidad de descubrirla: La IV Feria de Economía Solidaria abre sus puertas en Pamplona hasta el domingo 10 de abril, en la antigua estación de Autobuses, con el objetivo de hacer visible en Navarra la economía solidaria.

“Queremos acercar el mercado social a la ciudadanía y promover la intercooperación entre personas y organizaciones productoras y personas consumidoras”, señalan desde la organización, REAS Navarra, red de economía alternativa y solidaria, y Mercado Social de Navarra.

Tras el éxito de participación que registró la feria el año pasado, con unos 70 puestos y cerca de 4.000 visitantes, sus organizadores confían en que también este año los más de 75 stand sean capaces de atraer a miles de personas que quieren asomarse a la otra cara de la economía, la que “ofrece respuestas reales a la crisis actual, a través de modelos empresariales y proyectos sociales que basan su viabilidad en una rentabilidad integral, económica, social y ambiental”, explican los organizadores.

De forma simultánea a la celebración de la Feria, y con financiación del Ayuntamiento de Pamplona, tienen lugar en el mismo recinto las IX Jornadas Internacionales de Economía Solidaria de Navarra. Bajo el título “El Capitalismo o la Vida, una mirada desde la economía feminista”, las jornadas se organizan en torno a 5 mesas redondas que buscan reflexionar sobre diferentes aspectos de la economía desde una visión inclusiva y solidaria, en la que además se inserta la perspectiva de género. No se trata sólo de analizar cómo la crisis afecta a las mujeres, que también, sino que se defiende una propuesta económica centrada en la mejora de las condiciones de vida de las personas en lugar de en la productividad.

Así, tras la charla inaugural “La economía es más que dinero”, a cargo de Zaloa Pérez, de REAS Euskadi, y de la presentación del proyecto Geltoki por parte del Ayuntamiento de Pamplona, se ofrecerán mesas redondas sobre conciliación y corresponsabilidad o sobre alternativas económicas emancipatorias.

Siguiendo la fórmula de éxito de otros años, la feria se articula en diferentes espacios: el mercado, con más de 75 expositores de productos y servicios, el espacio para las charlas y las exposiciones, el txikigune para los más pequeños, la mesa de movimientos sociales en la que poder informarse sobre actividades de la PAH, Amnistía Internacional y otras entidades, una zona de bar y otra habilitada para actuaciones musicales.

Entre otros puestos, están presentes entidades que ofrecen seguros éticos, o que se ocupan de la reparación y recuperación de bicicletas, que venden aislante ecológico, que crean productos infantiles ecológicos, que ofrecen microcréditos o venden mobiliario hecho de cartón. Abundan los stand dedicados a la alimentación basada en productos artesanos y ecológicos, así como los que contribuyen con el comercio justo.

El programa incluye también una serie de microcharlas. Por ejemplo, para averiguar cómo se contrata energía renovable, para conocer más a fondo las consecuencias del Tratado de Libre Comercio, para saber cómo hacer una cesta de la compra diaria más saludable y que responda a los criterios de consumo responsable, o incluso para recibir una lección de márketing social y responsable bajo el título “Decir la verdad también vende”.

Tampoco este año ha olvidado la organización un intenso programa infantil compuesto de talleres y animaciones. Las actividades van desde la iniciación a los huertos urbanos en casa hasta talleres de manualidades con material reciclado o una visita guiada por la exposición de la huerta crítica. Habrá, además, pintura en vivo, animación con trikitixas y otras actuaciones musicales.

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