Un grupo de trabajo estudiará cómo reducir los daños de conejos en la agricultura en la margen derecha del Ebro

El Gobierno de Navarra va a crear un grupo de trabajo para estudiar cómo reducir los daños producidos por los conejos en la agricultura en la margen derecha del Ebro, que en 2015 ascendieron a 782.000 euros. Se vieron afectadas 2.100 hectáreas de 1.674 parcelas, sobre todo de cereal y hortícolas.

El problema se localiza en puntos muy concretos, ya que la población de conejos ha ido aumentando tanto en número como en extensión en la Ribera, aunque en el resto de Navarra está en niveles muy bajos. Este incremento se ha visto favorecido por diversas infraestructuras viarias existentes en la zona, cuyos taludes vallados son un hábitat muy favorable para el desarrollo de esta especie, según ha informado el Gobierno foral en una nota.

Los daños se centran en campos de cereal, cultivos leñosos (vid, almendro y otros frutales) y en hortícolas, sobre todo brócoli y coliflor. Además, hay que añadir los efectos de la presencia de los conejos en las infraestructuras de riego y en los taludes de las parcelas, donde estos animales excavan sus madrigueras.

Para atajar esta situación, el Departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local coordinará las medidas correctivas con ayuntamientos, profesionales de la agricultura, y cazadores y cazadoras. Con este motivo, el director general de Desarrollo Rural, Ignacio Gil, y la directora general de Medio Ambiente, Eva García, visitaron en fechas recientes algunas de las parcelas afectadas para conocer la situación sobre el terreno. Seguidamente, se reunieron con responsables de los ayuntamientos de Cascante, Ablitas, Fitero, Monteagudo y Tudela, y representantes del sector agrícola y de sociedades de caza.

Cabe destacar que en los acotados donde se ha trabajado de forma coordinada y se ha ejercido una presión sobre las poblaciones de conejos se ha llegado a controlar, minimizando los daños en la agricultura.

Por ello, el Gobierno de Navarra defiende la eficacia de mantener una presión con la caza como principal herramienta de lucha contra la proliferación excesiva de conejos. Además, propone mantener y crear más barreras físicas para proteger ciertos cultivos.