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Las políticas sociales en Navarra, una tarea que recae en perfiles técnicos

Garikoitz Montañés

Atender el programa de infancia, organizar los servicios para solventar los déficits en las unidades de barrio e implantar soluciones en materia de vivienda. Estas son tres de las tareas más inmediatas que se plantea Marisol de la Nava, nombrada nueva directora de Bienestar Social en Pamplona. De la Nava, trabajadora social para el Ayuntamiento e integrante de la Plataforma en Defensa de la Renta Básica en Navarra, asume esta tarea con el objetivo también de acercar a la clase política a la realidad que, día a día, “viven mis compañeros y compañeras”. Y esa realidad son las necesidades sociales.

El nombramiento de De la Nava, en este caso en el Ayuntamiento de Pamplona, se une al ya anunciado la semana pasada de Miguel Laparra, sociólogo e investigador de la Universidad Pública de Navarra, como vicepresidente de Políticas Sociales, Empleo y Vivienda. Tanto el Consistorio como el Gobierno Foral confían de esta manera a dos perfiles técnicos la tarea de atender las políticas sociales, en las que se centraron las críticas durante la pasada legislatura, en la que se han basado buena parte de sus promesas electorales y que han señalado como sus prioridades al arrancar la legislatura.

A este respecto, De la Nava reconoce que la relación con el Gobierno de Navarra tendrá que ser fluida, dadas las apuestas que se incluyen en el acuerdo programático del nuevo Ejecutivo foral y que deberán ser prioritarias (los cambios en la Renta de Inclusión Social, las medidas contra la pobreza energética, las subvenciones para el pago del alquiler…) para que el Ayuntamiento “llegue a aquello que no se cubre” desde el Gobierno de la comunidad.

De la Nava, diplomada en Trabajo Social, ha sido desde 1998 trabajadora social para el Ayuntamiento, en programas como el de acogida y, durante el último año, en el programa de incorporación de los barrios pamploneses de la Chantrea y el Ensanche. Además, es conocida por su colaboración en colectivos sociales como Martes al Sol o la Plataforma en Defensa de la Renta Básica en Navarra. A través de estas plataformas, De la Nava había criticado la falta de recursos de los movimientos sociales para atender la exclusión social grave o los cambios introducidos durante la pasada legislatura para acceder a la Renta de Inclusión Social, la prestación para personas en situación de necesidad.

La infancia en Pamplona

Ahora, precisamente, en el Gobierno Foral el propio Laparra ha adelantado la necesidad de introducir nuevos cambios en la RIS para, entre otras modificaciones, eliminar los límites en su prestación. De la Nava, por su parte, ha hablado de uno de los estudios en los que participó Laparra como una de las claves que deben marcar su arranque como responsable de Bienestar Social: el Diagnóstico social de infancia y adolescencia de la ciudad de Pamplona. En él, se recoge por ejemplo que la pobreza consistente, que combina la privación de ciertos bienes con ingresos relativamente bajos, afecta al 9,3% de la población infantil de Pamplona; en el conjunto de la población, sin embargo, es el 6,5%.

Este informe, presentado al final de la legislatura de Enrique Maya, es la base para el desarrollo de un Plan de Atención a la Infancia y la Adolescencia. De la Nava sitúa precisamente el programa de infancia como una de las cuestiones por las que iniciar su gestión, así como determinar qué unidades de barrio son las que actualmente presentan un déficit de personal (aunque la demanda, asegura, ha aumentado “en todas”) y, por último, desarrollar medidas en materia de vivienda municipal.

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