Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
ENTREVISTA - María Castejón, autora de 'Más Fotogramas de Género'

“En el cine, ponemos a las mujeres la responsabilidad de redimir lo que han hecho los hombres y es muy injusto”

María Castejón. Foto: Raúl Vergarechea Garrués

Celia Bustamante

María Castejón es historiadora, docente, investigadora, escritora y bloguera. Es especialista en historia de mujeres y en representaciones de género en el mundo audiovisual y presenta este sábado en Katakrak su nuevo libro: ‘Más fotogramas de género’. En él, analiza la representación de la masculinidad y la feminidad en el cine español de los 90. Un libro en el que muestra cómo los cineastas han reflejado a las mujeres y los hombres durante una década en la que el papel de la mujer fue cambiando hacia personajes más reales y con más fuerza, mostrando a mujeres que se incorporaban al mundo laboral y que tenían más problemas que los relacionados con el hombre que tenían al lado.

¿Qué nos vamos a encontrar en el libro?

Es un libro que analiza una selección de películas del cine español de los 90 desde los feminismos. Una lectura de género de feminidades y masculinidades, no solo las mujeres. Cómo el cine permite, como fuente, fijarnos en las relaciones, en el amor, algo que no permiten otras fuentes. Hacemos una lectura de cómo se relacionan hombres y mujeres, de qué lugar ocupan en la sociedad, qué trabajos tienen… en resumen, la situación de mujeres y hombres en el cine español en esos años 90.

¿Cómo es esa representación que se hace de hombres y mujeres?

Hay unas representaciones bastantes diversas, yo destacaría dos bloques. Por una parte la comedia sentimental de los 90, las de Gómez Pereira, ‘Salsa rosa’, ‘¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?’ y ‘Todos los hombres sois iguales’, con actores y actrices como Verónica Forqué o Imanol Arias, que son de una generación determinada. La otra generación que se analiza es la de los jóvenes.

¿Cómo se muestra la mujer en ese primer bloque de películas?

Se ve que ya todas las mujeres son mujeres que tienen una independencia económica, que han accedido al mercado laboral, pero bueno, en esa década de los 90, en la que se tenía que haber afianzado la igualdad e íbamos al infinito y más allá, vemos por ejemplo en ‘Cómo ser mujer y no morir en el intento’ un gran desencanto. Vemos que hemos luchado un montón y que aunque trabajemos, en el trabajo siempre nos van a discriminar y mi marido no va a hacer absolutamente nada porque es igual que su abuelo. Vemos que las actitudes no han cambiado.

Actitudes que, ¿enfrentan a hombres y mujeres?

De una forma muy brutal con la de Gómez Pereira ‘Todos los hombres sois iguales’. Muestra las consecuencias de los divorcios y el desencuentro ente hombres y mujeres. Se juega con el concepto de guerra de sexos y las características llevadas al extremo: los hombres son infieles, las mujeres manipuladoras por naturaleza…

Más fotogramas de género. Booktrailer. from Asayensa Producciones on Vimeo.

¿Hay otros modelos?

Otro modelo, por ejemplo, lo vemos en la comedia Emilio Martínez Lázaro, ‘Los peores años de nuestra vida’. Vemos a esa chica que sigue estando liberada en lo económico, pero con esa feminidad ensoñada. Unos personajes femeninos que son mucho más planos que los masculinos. Tiene mucho que ver con lo que era la comedia madrileña de Trueba.

En el segundo bloque, el que analiza la generación joven, ¿cambia esa percepción de la feminidad?

Nos encontramos con el modelo de chica joven que es mucho más real y tiene ya otras características que no las de Martínez Lázaro, y hay una galería importante. Todas las chicas de ‘Todo es mentira’, por ejemplo. Todas trabajan, todas son modernas… y tienen grandes dificultades con sus parejas. A mí que me gustó tanto cuando la vi… es brutal el mensaje de que no podemos estar solas, siempre tenemos que estar con un tío aunque sea impresentable.

¿Hay otros modelos en estos personajes más jóvenes?

En ‘Historias del Kronen’ seguimos jugando con ese tipo de representaciones. En ‘Más que amor, frenesí’ o ‘Atómica’, se cambia el registro. Todas esas pelis de lo que pudiera ser la post-movida de ese Madrid de noche. Mujeres que tienen un rollo un poco más canalla, que se drogan y follan igual que los chicos, pero que también tienen una gran dependencia del amor romántico.

Evoluciona el papel de la mujer…

Hay un gran enriquecimiento de los modelos. En ‘Más que amor, frenesí’, Cayetana Guillén Cuervo se encuentra con un tío que la quiere agredir y le pega un tiro y le dice: “Te la va a chupar tu puta madre”, nos encontramos con tías que ya se defienden.

¿Qué te parecen estas representaciones en el cine de los 90?

A pesar de que es verdad que en todas las películas de los 90 hay grandes dependencias del amor romántico, que no debería ser así, también hay una riqueza absoluta de representaciones. En ‘Atómica’, que unas chicas se vean envueltas en una trama de drogas y pistolas es importante, ya que hasta ahora las mujeres eran personajes secundarios. Hay otra vertiente del cine dirigido por mujeres de los 90 que son mujeres en crisis, buscándose a sí mismas en contrapartida a la representación que se ha hecho de sí mismas.

¿Es diferente el papel desempeñado por mujeres y hombres en el cine hecho por mujeres?

Es un hecho que, por ejemplo, en el cine español hasta que Josefina Molina, Pilar Miró o Cecilia Bartolomé no se ponen tras la cámara, no hay una lectura de género de las películas. Si las mujeres no hemos accedido a los puestos de creación, lo normal es que cuando accedas, intentes paliar el vacío. Casi todas las mujeres que dirigen una película, su primera obra está protagonizada por una mujer y trata de mujeres y su problemática y relaciones etc. Intentar reducir todo esto a que un director hombre no dirige productos que enriquezcan las representaciones de género y mujeres que sí, es muy simple. Da la impresión de que ponemos a las mujeres la responsabilidad de redimir todo esto y es muy injusto. Pero sí es verdad que objetivamente por mucho que me parezca que no tendría que ser, hay cosas que son así. Lo deseable sería que llegaran más mujeres a esos puestos de creación, que nuca llegan a ser el 10%.

¿El cine hecho por hombres también cambia esos roles?

Las películas de Daniel Calparsoro son brutales desde el personaje de Najwa Nimri. Las cuatro pelis que se analizan forman un retrato de heroína proletaria, del lumpen, muy interesante y, normalmente, en el cine, todas estas heroínas que vivían en ambientes marginales y tenían estrategias discutibles y solo pensaban en ellas mismas, el cine las mataba al final. No solo es que no las mate, sino que aunque son muy duras, siempre hay una posibilidad para ellas, no son condenadas.

¿Quién sale peor parado del análisis de estas representaciones?

Los hombres salen mucho peor parados. En el fondo son dos libros que analizan 20 años. La masculinidad sigue impertérrita, siguen igual, inamovibles, no cambian para nada. Hay algún modelo en ‘Atómica’, un novio que representa una masculinidad débil, sensible, que se ridiculiza, aunque es positivo que esté. Pero lo que se ve en las películas es una masculinidad muy dominante. En las cuatro pelis de Calparsoro la masculinidad patriarcal que es la que domina recibe una crítica feroz, caduca, no vale para nada… Fracasada… Eso también es muy interesante.

A día de hoy, ¿esas representaciones han evolucionado?

Sí que va cambiando, pero muy poco a poco. Así como en las series ha cambiado mucho más, en el cine el proceso va más lento. En el universo de las series la representación de hombre y mujer está casi en el mismo plano. Con las películas todavía no, hay rupturas como en ‘Los juegos el hambre’, o en las últimas de Disney, pero están cambiando los hábitos de consumo, los portales de tv apuestan mucho más por las series que por el cine.

Etiquetas
stats