Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

“En muchos trabajos precarios te dicen 'O esto o nada' y te agarras por necesidad”

La secretaria de Igualdad y Política Social de UGT Navarra, Maite Pérez.

Garikoitz Montañés

“Ya es hora de que tengamos igualdad de salarios de una vez por todas e igualdad de derechos para las mujeres en los Estados Unidos de América”. Estas palabras de la actriz de Boyhood Patricia Arquette al recoger su Oscar a Mejor Actriz Secundaria han dado la vuelta al mundo; pero no hay que irse tan lejos para hablar de esa brecha salarial. Navarra, según un informe presentado por el sindicato UGT la semana pasada, es la segunda comunidad española con mayor diferencia de sueldo entre hombres y mujeres. Y la primera en términos absolutos. Sin embargo, también es cierto que las mujeres navarras son las cuartas que más cobran de todo el Estado, algo que podría suscitar la pregunta de si hay razones para quejarse. La secretaria de Igualdad y Política Social de la central desde hace un año, Maite Pérez, tiene claro que sí. Una reivindicación avalada por las cifras, que demuestra que la precariedad laboral se está cebando con los sectores más vulnerables de la sociedad, como jóvenes, inmigrantes y mujeres.

Si un hombre y una mujer hacen el mismo trabajo y tienen las mismas responsabilidades, y ambos han accedido a la vez a su puesto, ¿cuál es la razón para que ella cobre menos que él?

Aún se dan casos así, con personas en el mismo despacho pero con contratos diferentes. Pero el problema está en que esas diferencias no se ven, porque el resultado del trabajo es el mismo. La oferta que hacen al contratar a las mujeres es diferente; todavía se piensa en la edad, en si es fértil, en los meses de baja que puede conllevar que quiera ser madre, en que opte por una jornada reducida…

Sobre este asunto hubo unas declaraciones muy polémicas en octubre de 2014 de la presidenta del Círculo de Empresarios, Mónica de Oriol, quien aconsejó contratar a mujeres fuera de esa edad fértil.fuera de esa edad fértil

Es triste que una mujer que tenga seis hijos diga algo así. Hace un flaco favor al trabajo de las mujeres.

Aún pesa una imagen de que, para ser una empresaria de éxito, hay que asumir características masculinas.

El problema es que a una mujer preparada, y en Navarra lo están más que los hombres, le cuesta más llegar a puestos más altos que a un hombre. Y la que llega sigue teniendo el famoso techo de cristal. De hecho, si asistes a una reunión de empresarios, podrás decirme cuántas mujeres ves ahí. Incluso, entre políticos, hay muy pocas. Así que o peleamos nosotras o pocos hombres nos van a ayudar.

¿Cree que es una reivindicación exclusivamente femenina? Si los hombres no accedieran a más reducciones de jornada, por ejemplo, ¿no supondría un avance que no se identificara a este tipo de medidas como algo solo femenino?

Sí es verdad que debemos pelearlas todos, pero eso es algo sobre lo que resulta fácil hablar y difícil de llevar a cabo. ¿Por qué? Por la crisis, que nos ha llevado a derroteros increíbles. La brecha salarial, entre 2008 y 2012, ha pasado en Navarra del 27,87% al 29,57%. Y las mujeres tenemos que trabajar 75 días más que un hombre para ganar su mismo sueldo al año.

¿Se esperaba, al hacer este informe sobre la brecha salarial, que Navarra figurara tan alta en el ranking?

Ya llevamos varios años subiendo, pero esa brecha no había sido nunca tan alta como ahora. ¿Qué tipo de explicaciones hay para ello? Pues, por ejemplo, los empleos precarios. Muchos de los más precarios y peor remunerados los ocupan mayoritariamente mujeres; hablamos, por ejemplo, del sector servicios, de la hostelería… En esos sectores te dicen O esto o nada, y cuando hay una necesidad te agarras a lo que haga falta.

Usted ha afirmado que, a menudo, las mujeres optan por empleos como una media jornada porque compaginan esa labor con el cuidado de los hijos o de las personas mayores. ¿Ese carácter asistencial del trabajo femenino no se ha dejado atrás?

Sobre todo se ve en el cuidado de los mayores. Si no hay centros que te amparen, o los hay pero valen muchísimo dinero, te toca elegir. Y sí, normalmente es la mujer quien asume esa función. Hay hombres que se han enrolado en ese barco, pero son los menos. Todavía pesa esa imagen de que el trabajo femenino es el complementario dentro de una familia, y por eso un hombre se siente fracasado al perder el puesto de trabajon porque no es el que lleva un sueldo a casa.

Si por el mismo trabajo, el chico obtiene un salario mayor, y hay que sacrificar un empleo, entonces se optará siempre por el peor pagado. ¿Es un círculo vicioso?

Sí, se sacrifica el salario menor. Lo triste es que parezca la conciliación es solo algo para las mujeres.

Pero ¿hay mujeres dispuestas a asumir ese rol?

Entre la juventud cada vez menos. Si, en esas parejas, el hombre gana menos, suele coger esa reducción de jornada, sobre todo si es para el cuidado de los hijos.

¿Cómo se puede corregir esta brecha salarial?

Nosotros creemos que a través de la negociación colectiva hay que erradicar esto. Porque esta situación afecta a las mujeres, pero también a jóvenes e inmigrantes. Muchos te vienen a pedir consulta, con una oferta de trabajo, y ves que es una porquería; pero te dicen que lo van a coger porque, por lo menos, aunque sé que se están riendo de mí, es un dinero que no les tengo que pedir a mi padre o mi madre.

Si el Salario Mínimo Interprofesional ahora ronda los 648 euros al mes, ¿no se abre la puerta a este tipo de ofertas?

Lo bueno sería erradicar la reforma laboral. Y, mientras, ahora nos dicen que hay brotes verdes, que es el año de la recuperación, pero no hemos notado nada en Navarra. No sé dónde están esos brotes verdes.

Etiquetas
stats