La victoria por la mínima de Santos no reduce la división interna de Podemos en Navarra
La victoria del diputado de Podemos Eduardo Santos como nuevo secretario general de la formación morada en Navarra, por tan solo 28 votos de diferencia sobre la hasta ahora líder del partido, Laura Pérez, no ha conseguido corregir la división interna de Podemos en Navarra. Aunque la primera decisión de Eduardo Santos como secretario general ha sido anunciar el nombramiento de la presidenta del Parlamento, Ainhoa Aznárez, como portavoz oficial del partido en Navarra, el escaso margen logrado por su candidatura 20M sobre la de Laura Pérez no ha permitido a Santos acometer directamente la reforma interna que cabía suponer también en el grupo parlamentario. Santos ha preferido esperar a que los nuevos órganos rectores se pronuncien, en lugar de exigir a la ex secretaria general que cumpliera su palabra y abandonara la portavocía del grupo parlamentario.
Que el relevo en el poder de Podemos no va a ser pacífico lo demuestra el hecho de que Laura Pérez haya reclamado una “auditoría independiente” para revisar el recuento de votos. Sólo 28 papeletas separan a la ex secretaria general de revalidarse en el cargo, una cifra que Pérez ha querido hacer valer: “28 votos de diferencia no pueden implicar un viraje en lo político que rompa con el mandato popular de 46.000 votos en las elecciones autonómicas y de 94.500 en las elecciones generales”, ha reclamado la ex secretaria general.
Pérez ha reclamado la revisión externa del recuento de votos en una rueda de prensa ofrecida conjuntamente por los tres candidatos a la secretaría general en las recientes primarias de Podemos. El ganador, Eduardo Santos, ha querido que su primer mensaje como líder de la formación morada sea de unidad: “Se han acabado las primarias y a partir de ahora tenemos que trabajar juntos”, ha señalado. Su objetivo, “profundizar en la organización e ir hacia un Podemos menos de batalla y un poquito más eficaz”.
El discurso conciliador del secretario general no ha calado en su antecesora, a juzgar por sus palabras: “La ciudadanía no entendería que un cambio de dirección política conlleve ni rebajas programáticas ni un Podemos más dócil”, ha advertido ante Santos.
Laura Pérez ha reconocido que fue ella misma quien anunció durante las primarias que abandonaría la portavocía del grupo parlamentario, “si ganaba, para poder centrarme más en los círculos y en trasladar los debates políticos a la calle, y en el caso de perder, porque hay que valorar primero cuál es el criterio político de la nueva dirección antes de dar la cara por unas ideas”, ha explicado. Sin embargo, no ha anunciado su retirada como portavoz parlamentaria, sino que se ha limitado a poner su cargo a disposición del nuevo Consejo Ciudadano. “La coherencia es importante, no me veo capacitada para defender aquello en lo que no creo y espero que la nueva dirección sea capaz de mantener las líneas que hemos venido defendiendo hasta ahora, y que no haya especiales cambios, porque eso sería una ruptura con el mandato democrático de los 46.000 votantes”, ha advertido.
El nuevo líder de Podemos, por su parte, también se ha limitado a explicar que “faltaría al respeto si diera mi opinión personal sin contar con los órganos del partido, que todavía se tienen que constituir”. Además, ha querido restar importancia, “no es importante tanto las caras y los nombres como el proceso que te lleva a decidir eso”, en relación con el cese o no de Pérez como portavoz parlamentaria.
