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Todas las columnas por la dignidad confluyen en el centro de Madrid

El encuentro de las Marchas Dignidad en Atocha / Juan Luis Sánchez

elDiario.es / Natalia González de Uriarte

Madrid/Vitoria-Gasteiz —

Las Marchas de la Dignidad llegadas desde varios puntos de España a Madrid pretendían evidenciar en la calle su hartazgo con la situación social, económica y política que vive el país. Si el descontento se mide por el apoyo popular que recibe una manifestación, su objetivo está cumplido.

Miles de personas llenan a estas horas numerosas calles de Madrid para apoyar a estar marchas ideadas por diversos colectivos, a los que se han ido sumando otros en los últimos días e incluso en las últimas horas. Así, en la protesta se han podido ver banderas de diversos partidos políticos y sindicatos, de plataformas como la PAH, o las enseñas de las distintas mareas.

La asistencia ha sido tan mayoritaria que la concentración previa a la manifestación ha comenzado mucho antes de las 17.00 horas, momento elegido para iniciar la marcha desde Atocha hasta Colón. Ya a las 16.30, los asistentes han comenzado a bajar por Atocha, mientras iban acumulando apoyos en zonas como los aledaños al Museo del Prado.

Los voces de los activistas vascos contra los recortes suenan bien alto ya en las calles de Madrid. Tras varias jornadas de intensa caminata a los activistas de la columna vasca de las Marchas por la Dignidad les separan de su destino, Atocha, escasos kilómetros. Es la recta final y ni el cansancio ni las ampollas provocadas por la marcha han minado el ánimo de los caminantes. Les mueve el convencimiento de que la crisis se puede y se debe gestionar de otra manera.

Y lo que ha encontrado en el trayecto no ha hecho sino reforzar esa convicción. “En cada parada hemos descubierto más razones para no abandonar nuestra lucha. Hospitales con recortes, empresas en ERE, hoteles que no pagan a sus trabajadores desde hace meses... Es mucha la gente que padece las consecuencias de la crisis y de la política de recortes impuesta desde diferentes gobiernos. No lo podemos permitirlo más. El sistema está agotado y superado. Tenemos que cambiarlo y la movilización social es el primer paso”, declara Igor Mera, el portavoz de la columna de Euskadi. Tras su relato se escuchan las gritos lanzados al aire de los marchantes que integran la tropa de Mera. “Ni un recorte más”, clamaban con fuerza mientras iniciaban etapa hasta la localidad madrileña de Algete.

De allí fueron a Alcobendas para pernoctar en el polideportivo. Para acortar distancias a Madrid, han tirado del tren de cercanías. En los vagones del convoy se han desplazado hasta Alcobendas. Pero antes de culminar el peregrinaje reivindicativo que les lleva hasta el escenario central de la movilización en Atocha, se nutren de nuevos apoyos. Los cientos de activistas que han partido desde Euskadi a la capital madrileña en trenes, autobuses y vehículos particulares se reúnen con sus camaradas los caminantes en el distrito de Chamartín. “No sé calcular cuántos seremos ya unificados todos los ramales del movimiento vasco, pero menos de 1.500, no. Nuestra aspiración es llegar a doblar esa cifra aunque va a ser muy difícil contabilizarlo”, declara Mera.

Una clase, distintos pueblos y un enemigo común

El portavoz se ha deshecho en elogios hacia la organización. El recibimiento de los coordinadores de la zona norte ha sido ejemplar“. De la misma opinión es Verónica Perucho. Esta activista ha llegado desde Donosti a Madrid en el bautizado como 'Tren de la Dignidad' y tenía disponible al apearse una silla de ruedas que le servirá de sostén para encaminarse hacia Atocha. ”Tengo un problema de movilidad que me va a impedir realizar todo el camino a pie, pero me han proporcionado una silla de ruedas que me facilitará el desplazamiento y tendré que usar a tramos“, detalla Percuho.

Ambos participantes, como el resto, están ansiosos por ver cómo acoge el barrio de Atocha la avalancha de manifestantes que discurrirán por sus calles. “Llegamos a la meta combativos y entusiasmados por participar en una movilización histórica sin precedentes. tenemos muchas ganas de ver esa marea humana que tomará la capital de España. Van a ser muy emocionante. Una clase, distintos pueblos y un enemigo común, eso es lo que nos ha traido a Madrid y lo que se reivindicará alto y claro”, confiesa Mera.

Un gran concierto pondrá broche final a las movilizaciones en el que actuará una orquesta sinfónica. Uno temas centrales del repertorio que tocarán los músicos será el Himno de la Alegría. “Han adaptado la letra para que la coral que acompaña a los músicos canté en defensa de la dignidad. También se tocará el Canto a la Libertad de Labordeta y otros temas de carácter reivindicativo que quiera aportar cada columna”, detalla Perucho.

Según los previsiones manejadas por el comité organizador, más de 100.000 personas tomarán Atocha al grito de “Pan, techo y trabajo para todos”.

Pero la marcha no acaba en Madrid. Aunque la columna vasca no tiene previsto quedarse en Atocha por tiempo indefinido como sí harán activistas de otras comunidades, sí van a participar en las asambleas posteriores. “Lo que allí se hable tendrá carácter propositivo. Nosotros escucharemos y tomaremos nuestras decisiones sobre las acciones a seguir ya aquí en Euskadi”, aclara Mera.

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