Siempre pensé que el único que podía expresar el sentimiento del Blues sobre el papel era Robert Crumb, pero fue grato reconocer mi error al leer la obra del reputado autor francés Frantz Duchazeau, el cual dibuja y escribe dicho comic sobre las vivencias del ficticio bluesman Meteor Slim. Editado en el 2009 por la editorial Ponent Mon.
“El Sueño de Meteor Slim”, es un comic que destila blues por los cuatro costados y su calidad grafica es de un blanco y negro que nos evoca las viejas grabaciones de blues de sucio y áspero sonido, donde Frantz Duchazeau no se para en describirnos detalles lo que el captura es la atmósfera, el ritmo lento del campo y los polvorientos caminos por donde Meteor viaja rumbo a la gran ciudad soñando con el éxito, la oscuridad y la soledad del hombre que a cada paso pierde las ilusiones y se hunde en un abismo de alcohol y sexo vano de humanidad, los garitos donde escupe sus canciones y suele acabar peleándose con publico y dueños, la soberbia que le impide aprender de los mas veteranos y su ineptitud para aprovechar las oportunidades que le brindan, el racismo encubierto de los productores de los sellos discográficos que explotaban a los músicos y les mal pagaban (si les pagaban!). Así ilustra Duchazeau su obra, sin vueltas atrás, con trazo duro y sin adornos ni florituras, a las veces sus viñetas son limpias de compás pausado y luminoso que recuerdan al apacible Mississippi John Hurt y en otras el pincel lo convierte todo en rudas y oscuras sombras que evocan al atormentado Son House.
Y es que las vivencias de Meteor Slim son un compendio de figuras míticas del blues, ya desde la portada del comic donde lo vemos posar con su disco roto (una hermosa metáfora de lo que seria su vida), inspirada en la foto que se realizo Muddy Waters el día que recibió su primera grabación, se puso su mejor traje una corbata e inmortalizo el momento como respuesta a la intención que tenia de abandonar y volver a las plantaciones de algodón. Otro guiño es el momento en que Meteor abandona en plena actuación ya descontento de todo, algo así hizo Skip James, el bluesman que se ganaba la vida como contrabandista de alcohol y uno de los músicos mas versátiles de su época, famosas son sus sesiones de 1931 tanto con guitarra como acompañado por el piano y que harto de la industria y la mala vida, lo abandono todo para hacerse Pastor Baptista y desaparecer durante mas de 30 años, hasta que en 1964 reaparecería en el Festival de Newport, comenzando el concierto con aquella celebre frase: “Preferiría ser el Diablo, a ser el hombre de esa mujer” y aunque la figura de la mujer en el Blues, siempre son calificadas de malvadas y crueles, en realidad, en muchas letras, la imagen de la mujer es una metáfora hacia los dueños blancos de las plantaciones, si les diera por decir que el Patrón era violento e inhumano, al amanecer aparecerían ahorcados.
Pero Meteor tiene compañeros en esta aventura. Son finales de los 30, el padre del Delta Blues Charley Patton ha fallecido y Robert Johnson recoge el relevo, aun siendo un secundario sus apariciones eclipsan a Meteor, nada nuevo aporta Duchazeau sobre Johnson, pero sabe sacarle partido a su leyenda. Otros personajes son Big Bill Broonzy, Jhonny Shines, compañero de correrías de Johnson, amistad que eclipso su carrera y harto quedo Shines de que siempre le preguntaran por el, Bessie Jackson y J.B. Lenoir, este ultimo en forma de canción ya que Lenoir pertenece a los años 60, un hombre encaminado a renovar el blues con letras mas comprometidas política y socialmente, pero un mortal accidente frustraría su emergente carrera.
“El sueño de Meteor Slim”, es una obra excepcional tanto gráfica como documental sobre la historia del Blues, sean amantes del género como iniciados sirve para ver la dureza de aquella vida.
*Javi Prieto es dibujante de cómics.
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