Genio y figura…

El inicio de este refrán constituye una perfecta forma de definir al Diputado General de Bizkaia, a su comportamiento, a sus formas e incluso a su gestión.

Doce años dan para mucho al frente de una institución como es la Diputación: Para grandes aciertos y también para grandes errores, para el acuerdo y para la confrontación, pero si algo ha caracterizado a José Luis Bilbao ha sido su excesivo personalismo. El personaje que él mismo creó se acabó comiendo a la persona.

En esta larga película que nos ha ofrecido, el representante institucional de todos los vizcaínos y vizcaínas que debió ser, se desvaneció -si es que llegó a existir en algún momento- y se convirtió en un portavoz, en un vocero, en la voz del PNV.

Sus ásperas actitudes le han llevado en numerosas ocasiones a la equivocación, pero sobre todo a la disputa. Lamentablemente, debo decir que, a futuro, no recordaremos al diputado general como un garante de la concordia o el acuerdo porque él mismo ha provocado que sea recordado como el diputado general de la bronca.

Son muchos los ejemplos que podría aportar para avalar mis palabras, pero basta con señalar el último: su propia despedida en las Juntas Generales, que ha provocado, de nuevo, que los grupos tengamos que salir de inmediato a pedirle explicaciones, y él, una vez más, a matizar, aclarar o negar sus palabras.

Si echo la vista atrás y, aunque hacer ficción política puede ser, en ocasiones, un ejercicio vano, conviene hacerse algunas preguntas sobre la gestión de José Luis Bilbao durante estos años. ¿Y si José Luis Bilbao no hubiera sido diputado general?, ¿Nos hubiera multado la Unión Europea con 30 millones, el Plan Foral de Vivienda se hubiera desarrollado?...

Quizá incluso puedo llegarme a imaginar que la enorme deuda del BEC se hubiera podido gestionar con más inteligencia y que la Supersur hubiera tenido un uso más razonable.

Me gusta pensar también que podíamos habernos ahorrado esa imagen que ha tenido de ‘salvador del mundo’ en casos como Habidite, Virtisú, Pastguren o Edesa, que ya sabemos todos como han ido.

Es cierto que también se han logrado cosas buenas para Bizkaia, claro que sí, claro que el Territorio ha avanzado, y en esos acuerdos y en ese avance hemos estado los Socialistas porque se puede contar con nosotros siempre que sea para mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos.

Pero de lo que no tengo duda es que, sin José Luis Bilbao, la Diputación vizcaína, nuestra Diputación, no hubiera protagonizado tantos titulares ni minutos de radio y televisión manchados por la bronca política.

Gracias y Suerte. Es lo que se suele decir a una persona que abandona una responsabilidad. Tristemente, ante su marcha de la Diputación no podemos darle las gracias por lo que ha hecho, pero sí le deseo suerte ante la nueva etapa que comience.