“Soy profesora, soy profesor” ¿se lo cree la consejera de Educación?

En la mañana del lunes, 20 de octubre, la Consejera de Educación, Cristina Uriarte, ha presentado a los medios de comunicación la próxima campaña publicitaria que lanzará el Departamento “SOY PROFESORA; SOY PROFESOR” para “prestigiar la figura y la labor del profesorado e impulsar un mayor reconocimiento social ante su importante labor”.

Es asombroso que un sindicato vasco de enseñanza como CCOO Irakaskuntza, legítimo representante de los intereses del profesorado, involucrado, también, en la misma tarea de impulsar su labor educativa, no haya sido informado de tal campaña, más que por la convocatoria de la nota de prensa. Se trataría de un olvido insignificante si fuese la primera vez que tal situación se diese. No es así, por decisión conscientemente adoptada desde que el equipo nacionalista asumió la gestión de la educación de este país. Ya no valen justificaciones de recién llegada, porque hemos denunciado constantemente estas situaciones irregulares.

CCOO Irakaskuntza no alberga ya ninguna duda de que este Departamento de Educación pretende limitar el alcance de la influencia sindical a cuestiones exclusivamente laborales, casualmente para las que no se nos convoca desde la primavera del curso pasado (siendo su obligación el ofrecer un texto normativo que actualice el Acuerdo sociolaboral, finiquitado en diciembre de 2012). Del resto, nada: no hubo participación en la fase I de Heziberri; las reuniones de RPTs y CCTT se limitan a recoger nuestra presencia, sin aceptar, salvo en contadísimas ocasiones, propuesta alguna; no hay información de los programas educativos -puestos en marcha también sin información previa-,…

Pero lo más grave de la campaña presentada es la vacuidad del proyecto en sí. Nadie más que el propio equipo gestor entiende sus motivos. ¿A qué responde? ¿A oportunidad política ante la cercanía de las próximas elecciones? ¿A un compromiso programático que ha tardado dos años largos en plasmarse y lo hace ahora con un mensaje tan simplista como el elegido? Quizás sea debido a la triste asunción de su ineficacia para resolver alguno de los problemas que el personal le demanda desde sus centros: inestabilidad laboral, desorientación programática, irresolución de problemas, contradicciones con la LOMCE, falta de liderazgo,… por citar las más recientes.

No es de recibo que cuando la dirección educativa vasca –al menos, de la red pública, cerca del 52%- se plantea realizar un reconocimiento social del profesorado se olvide del mismo; no recuerde que ha sospechado de este colectivo docente, de su integridad moral, aplicando la reducción retributiva de las Incapacidades Transitorias (ITs). Pase sin vergüenza por privarle de la estabilidad necesaria en los centros (más del 30% de interinidad, 40% de provisionalidad). No es de recibo que reparta indiscriminadamente Comisiones de Servicios por motivos docentes y sea cicatero con la extensión de las de salud, salvo compromiso voluntario de inicio de proceso de incapacitación. No es de recibo que le ignore en las alegaciones realizadas a través de las direcciones de los propios centros en las Relaciones de Puestos de Trabajo, año tras año.

Variar estas actitudes, que son decisiones administrativas, sí es prestigiar la profesión docente, más allá de campañas mediáticas, de posible impacto audiovisual, pero escaso valor añadido para la dignidad de cada profesora, de cada profesor.

De haber mediado mejores intenciones colaborativas, CCOO Irakaskuntza no habría tenido problemas en el asesoramiento de la Administración, mostrándole nuestra exitosa campaña de pulseras rojas del 2010 “Heztea dugu atsegin eta, jakina, profesionalak gara”, bastante más inclusiva y aglutinadora que la actual propuesta gubernamental.

Un nuevo descalabro, en fin, de un Departamento que continúa deambulando por la procelosa madeja educativa con guión indeterminado y propuestas asombrosas de escasa relevancia.