Está decidido. Euskal Telebista no volverá a emitir el discurso navideño del Rey. Es una potestad de su dirección y tal ha sido su decisión. Entienden que, aunque EiTB es una televisión pública, puede sustraerse al mensaje que una vez al año ofrece el Jefe del Estado.
Conocemos de sobra lo importantes que son los símbolos para los nacionalistas de toda patria y condición, así que no me extraña la decisión tomada, ni tengo intención de polemizar por ella, como hizo el PNV en la anterior legislatura, con gran vehemencia, porque la anterior dirección de EiTB sí decidió emitir el mensaje del monarca.
A mí, la verdad, el discurso del rey solo me interesa si salen Colin Firth, Geoffrey Rush y Helena Bonham Carter. Lo más relevante, lo que me preocupa, es la justificación ofrecida por esta decisión. Los responsables de ETB entienden que ya hay canales suficientes para que los vascos (y vascas) que lo deseen puedan seguir el citado mensaje.
Evidentemente es así. En Euskadi hay pluralidad de canales y de oferta televisiva para aquella audiencia que no guste de lo que programa ETB (sea el día de Nochebuena o cualquier otro), pero asombra que se solvente con tamaña torpeza este tema señalando la puerta (o el otro botón del mando) a los disconformes. “A quien no le guste, que se vaya del pueblo” era un chiste divertido en boca de Miguel Gila pero no tiene ninguna gracia cuando hablamos de una radiotelevisión pública que debería esforzarse en serlo de todos (y de todas).
Porque lo que vale para justificar la no emisión del mensaje del Borbón también valdría para justificar, por ejemplo, la supuesta escora de los programas informativos de EiTB hacia el imaginario nacionalista y la agenda de la izquierda abertzale, que denuncian partidos como el PSE-EE, el PP y UPyD: al que no le guste que no mire. Y claro, a nueve de cada diez vascos, siguiendo ese razonamiento, no le gusta lo que pone ETB en sus tres canales y ve otros. Ergo, que diría el cursi, es para que dimita la dirección en pleno.
“Hay otras televisiones” certifica la dimisión de EiTB de su obligación de entender y atender la diversidad de la ciudadanía vasca y la vuelta a los tiempos de “un medio abertzale hecho por y para abertzales” como tan claramente expresó en su día un antiguo director general del ente. Hay otras teles, sí, pero la nuestra debería al menos procurar ser la de todos.
Y una apuesta para terminar: el discurso del rey no lo veremos, pero seguro que nos plantan un año más una parodia del mismo a cargo de 'Vaya Semanita', 'Irrikitown' o cualesquiera que sea entonces el formato de humor vigente en la casa. ¿Te juegas algo?
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