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Alerta, ¡chubascos!

La borrasca Flora dejará vientos huracanados en el área mediterránea

Rogelio López

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En los últimos años, el tiempo se ha convertido en la sensación del día. Tiempo veraniego, temperaturas primaverales, olas de frío, de calor, de siete metros, ciclogénesis, borrascas, Ana, Félix, Gisele... Se trata de convertir la aburrida normalidad en aviso naranja. Nada que objetar. En realidad, me apunto. ¿Para cuándo un periódico del clima, estilo ‘Marca’ o ‘As’ con noticiones tal que “las nevadas vuelven en invierno” o “La lluvia en Santander ya es líder”?

En este sentido, los estrategas de la meteorología han desarrollado magníficas tácticas. Mi preferida es la siguiente. Primero hay que inventar un tipo de tiempo que no exista pero sin que lo parezca, por ejemplo, “tiempo veraniego”. No importa si algún maniático se desconcierta intentando comprender si un día lluvioso y fresco del 7 de julio es “tiempo veraniego” o si cuando hiela un 18 de septiembre en Soria eso es “tiempo veraniego” o si es que, en realidad, lo veraniego no tiene nada que ver con el verano. Lo dicho, maniáticos y  aguafiestas. Hay que reconocer que esta táctica de la “temperatura veraniega en invierno” es un auténtico chollo de montar un titular tras otro. Funciona a la perfección.

El otro día, por ejemplo, estaba mirando el vuelo de una mosca cuando zasca, resulta que la temperatura de Cáceres es la más alta registrada en el mes de enero en los últimos tres años. ¡Hala!, ¿en serio? Y, a continuación, sin tiempo para acabar de disfrutar de semejante primicia, te anuncian alerta roja porque entra ‘Gisele’ por Asturias con fuerza cinco. Jo, y eso que parecía una borrasca vulgar y corriente. Menos mal que te avisan y así tienes tiempo de cerrarte en casa y gozar con las calamidades transmitidas por nuestros enviados especiales.

Lo más genial es cuando hacen una conexión simultánea con los reporteros a pie de playa, con el Sardinero arriba y la Malvarrosa abajo, en plan Buenafuente y Broncano. ¡Qué se están bañando en pleno abril! ¡Increíble! Tampoco es que haya mucha gente en la playa pero, de verdad, ¡hace para bañarse! Total, que se dispara la audiencia. Y eso que no salen en bañador con el agua hasta la jamba... todavía. Al loro. En cambio, lo de ‘ciclogénesis explosiva’ ya queda viejuno y me apuesto el bigote a que la censura durísima impuesta hace años sobre el término “gota fría” tiene los días contados. 

Sea como sea, es una gozada ver los mapas de los vientos, las fotografías de la escarcha y las nubes lenticulares, incluso cuando ese día, el frente frío que barrerá la península sea el que le corresponde exactamente a ese día según lo previsto por las estadísticas. Lo dicho, ¿viene 'Ignacio' por el oeste o ya le toca a 'Julia'?

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