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Derecha, jueces y democracia

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Saliendo al paso del conflicto Jueces-Gobierno de España, por ser un tema de vital importancia para nuestra Democracia, es importante analizar por qué suceden en España este tipo de problemas. Pienso que el PP y la ultraderecha, cuando no gobiernan, coinciden en generar malestar social y político, tensionándolo lo máximo posible, por si funcionara el golpe de estado. A nadie se le oculta que la mayoría de jueces, que acceden a la carrera judicial son de derechas. Muchos de ellos formados en colegios y universidades privados y confesionales/religiosos muy costosos, pero que la extracción social y económica de sus alumnos se lo pueden permitir económicamente. Esto sucede en todos los campos formativos, como Derecho, Medicina, Ciencias de la Comunicación, Psicología, etc. Todos ellos suelen salir muy bien formados académicamente e ideológicamente, aunque para ello tengan que dilatar los años de estudio y la preparación de oposiciones, que fácilmente pueden costear. Una vez en el mundo laboral y profesional, llegan a formar parte de una casta ideológica con apoyo recíproco entre ellos para los nombramientos, sucesiones y ascensos. Todas estas universidades mencionadas juegan un papel esencial para mantener la ideología aprendida. Pero, si hay una profesión preferida para mantener su propio statu social, esa es el campo del Derecho, cuya formación académica e ideológica va destinada a influir y determinar la política de nuestro País, preparados para ganar oposiciones hacia cargos importantes de la Administración Judicial, con posibilidades de influir y determinar lo que puede o no puede hacer un gobierno. Así, esta casta de Jueces está impidiendo, de hecho, que los gobiernos progresistas lleven adelante políticas que signifiquen hacer avanzar nuestro País, contando con los votos suficientes de los ciudadanos. Por eso, como proyección de su educación moral y ética, a ellos les interesa jugar el papel de árbitros y defensores de su propia concepción de la Justicia (es decir, de su moral y su ética), principios que apoyan tanto VOX como el Partido Popular. Este frente de derechas político-judicial insiste machaconamente, que sean los jueces los que elijan a los jueces, cuando la Constitución señala que “la Justicia emana del pueblo” (Art. 117/1).

De conseguir que los jueces elijan a los jueces, la jugada sería perfecta y el golpe de estado consolidado. Porque con mayoría de jueces de derechas en el Consejo General del Poder Judicial y en el Tribunal Constitucional, interpretando la constitución en la forma más restrictiva y al dictado de su confesión religiosa, como lo vienen haciendo, ningún gobierno progresista podrá avanzar en normas, leyes y acción política. Además de que el Gobierno de los Jueces sería el único de los gobiernos que no pasaría por las urnas.

El País así forjado se parecería bastante al diseñado por el funesto Arias Navarro, primer Presidente de Gobierno, tras la muerte de Franco, y que el Rey Juan Carlos se vio obligado a quitárselo de encima. Arias Navarro consideraba a los partidos políticos como corrientes de opinión, con poco poder de acción. En sustitución, el Rey nombró a Adolfo Suárez, quien en un constante ruido de sables pudo llegar al Pacto Constitucional con todos los partidos políticos, incluido el Partido Comunista de España (PCE). Porque el pueblo quería democracia plena y no vigilada. Aun así, llegó a cuajar el ruido de sables con el golpe militar de 1981 y en la detención del Parlamento en su propia sede parlamentaria. Esta zozobra ha venido siendo alimentada durante los gobiernos del PSOE, por una derecha en España, cada vez más ultramontana, particularmente con Pedro Sánchez, que tuvo la osadía de ganar una moción de censura contra el gobierno de Mariano Rajoy en 2018. En consecuencia, el PP/VOX no paran de acusar al Gobierno de España (el tercero del PSOE) como ilegítimo; y lo hacen porque nadie duda ya de que la derecha necesita este paso para legitimar el golpe de estado blando ante los jueces. Porque hoy, sería impensable un golpe de estado militar por unas Fuerzas Armadas prestigiadas y bien relacionadas en Europa. Éste es el fondo del problema que ahora se está dirimiendo entre el legítimo Gobierno Progresista y el Partido Popular/VOX/Jueces. No nos engañemos.

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