Los poderes fácticos no se resignan

Los poderes fácticos contrarios a los avances hacia el bien común y de progreso, son a grandes rasgos, sin ánimo de ser exhaustivos, además de los más comunes, como son los banqueros, los grandes empresarios, el IBEX 35 y la iglesia: el ejército, la judicatura, los mercados, los fondos de inversión y fondos buitre de toda índole, las redes sociales, los sondeos electorales, los medios de comunicación de masas, la utilización de puertas giratorias en el entramado empresarial por los partidos mayoritarios, la Troika (Comisión Europea, Fondo Monetario Internacional y Banco Central Europeo), la monarquía, sectores de categorías sociales de la administración, como altos cargos y cargos intermedios, con capacidad de influir, y por tanto, colapsar y/o retrasar la aplicación de los avances sociales... Los gobiernos se encuentran presionados por estos poderes. En declaraciones a la prensa, el presidente del gobierno Pedro Sánchez tuvo el valor de reconocer en una entrevista las presiones del grupo mediático Prisa.

Las víctimas son siempre los empobrecidos y excluidos sociales, porque supone cuanto menos, que nuestra democracia es muy limitada, como dijo Pablo Iglesias en su día con toda la razón y que por eso fue vapuleado injustamente por la mayoría de estos poderes fácticos mediáticos. Al final el tiempo da la razón a los que practican la verdad, y como decía Miguel de Unamuno: la razón es la muerte del fascismo.

Se está utilizando una concepción de la política muy alejada de su ejercicio como virtud. Actualmente se dan para mí seis aspectos de la realidad, al menos, dignas de señalar:

El primero, que el nerviosismo y el “cabreo” de toda la “chusma” que ha alzado la voz contra las palabras del ministro Alberto Garzón sobre las macrogranjas, por intereses mezquinos y electoralistas, le dan más la razón si cabe. A él y a los que coincidimos con él;

Segundo, que cuando la gran burguesía, representada por los poderes económicos y financieros ven que pierden poder, ponen en marcha o impulsan (me da igual) todos los bulos y mentiras, a su alcance a través de los medios de difusión afines para desprestigiar al ministro de turno o al gobierno, con el objetivo de seguir detentando sus privilegios;

Tercero, que se está abriendo paso otra forma de hacer política, otra cultura y otra manera de sentir, pensar y actuar en la realidad que vivimos. Otros paradigmas, otra civilización que hay que ir transitando;

El cuarto aspecto tiene que ver con el paso de una situación de alternancia en el poder político, a otra en la que se da un pluralismo, que vio la luz tras el 15 de Mayo de 2011, con la irrupción de Podemos en el tablero político, pero que la mayoría de poderes fácticos y a nivel político, fundamentalmente PSOE y PP lo siguen añorando y aspiran a reeditar la fórmula bipartidista;

El quinto aspecto es, que se está dando un contrapoder y ocurre que, como ya predijo Antonio Gramsci “El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro, surgen los monstruos”, y que me recuerda a Julio Anguita y su certera y sana obsesión por que se ejerciera ese contrapoder unitario de la sociedad civil, frente a los poderes fácticos.

El sexto aspecto es la debilidad del socio mayoritario de gobierno, el PSOE, a la hora de culminar y/o cumplir los acuerdos de gobierno con Unidas Podemos, postura esta que es terreno abonado para los poderes fácticos y formaciones políticas de derechas y extrema derecha, y que en demasiadas ocasiones se alinea con los postulados (léase por ejemplo el caso de la Reforma Laboral) y los bulos y mentiras de las derechas y extrema derecha, como se ha dado en las tan traídas y llevadas macrogranjas.

Así las cosas, la defensa de la verdad, hoy, es un nuevo paradigma y quien la ejerce sufre los varapalos de los sectores más reaccionarios de la economía y las finanzas y de los medios de comunicación afines a los mismos.

Como todo lo nuevo, los avances en humanización y bien común, que implementa el Gobierno de Coalición Progresista de España, costará trabajo que se consoliden, porque los monstruos que el sistema ha creado están muy activos. Que no naufraguen dichos avances es tarea de los partidos políticos netamente de izquierdas y la movilización de la sociedad civil.