'Todólogos', la dictadura de los opinadores

Existe en la jerga, al menos en la andaluza, un dicho que lo resume muy bien: “El maestro liendre, de todo sabe y de nada entiende”. Desde hace tiempo, las cadenas televisivas, las radios, las públicas a la cabeza, llevan a cabo las tertulias políticas como si de una partida de paintball se tratara. Ponen a dos o tres opinadores a la “izquierda” y a otros tantos a la “derecha”, que se dedican a llevarse la contraria en todos los temas objeto de debate. Que el PP aprueba una ley para legalizar lo que es ilegal, allí que van los opinadores de la derecha a defenderlo a capa y espada.

Es curioso, en asuntos que provocan un hedor insoportable, los opinadores de la derecha han adoptado una coletilla para salir del paso: “en este asunto tengo mis dudas técnicas...” ... ¿pero qué dudas técnicas vas a tener tú, cenutria? ¿acaso posees conocimientos en la materia como para tener dudas técnicas, Séneca? ¿es que a la vez que tertuliana y periodista eres ingeniera agrónoma, letrada de las Cortes, catedrática de microbiología, Fiscal de la Audiencia Nacional o jueza de menores...? Por ejemplo, cuando sale a colación el bloqueo del CGPJ por parte del PP, incumpliendo la constitución por más de 4 años, los tertulianos de la derecha, tapándose la nariz, negando lo obvio, directamente dicen que tienen dudas sobre el asunto y reproducen hasta la saciedad el mismo mantra manipulado...

No sé cómo los medios de comunicación no se dan cuenta de que con este sistema basado en la equidistancia, lo que provocan es la desafección de todos los que terminamos hastiados, hasta los bemoles de tanto engaño. La cosa es tan inverosímil que hemos llegado a ver como un indigente intelectual, Eduardo Inda, en plena pandemia por el COVID-19, ha llevado la contraria y en directo, en Prime Time, a reputados expertos en epidemiología, haciéndose un Miguel Bosé y sembrando dudas sobre evidencias científicas. Es la dictadura de los opinadores, de los todólogos. Intervienen sin datos contrastables y siembran dudas en lo más superficial, reduciéndolo todo al simplismo más soez. En lugar de informar, estas tertulias lo que hacen es propaganda política de los grupos a los que representan. Como muestra, un botón. Ha habido días en que en un programa de TV1, todos los tertulianos eran del mismo grupo mediático de derechas, el ABC. Sí, con dinero público se financia la propaganda política más reaccionaria, sin dejar lugar a la más mínima duda, porque el fin justifica los medios. El fin es derrocar al gobierno de coalición y los medios son la mentira y el fraude. Este sistema de corruptelas mediáticas es el modus operandi del partido popular. Es lo que hizo Feijoo en Galicia regalando concesiones a determinados grupos mediáticos. Es lo que hace la reina del vermú en Madrid. Es lo que hace la ultraderecha de Mañueco en Castilla y León. Es lo que hizo el Franquismo durante 40 años. De casta le viene al galgo...