He tenido que pensar durante un rato cómo le explicaba a un niño que él no va a notar el crecimiento económico de 2014 que el Gobierno cifra en el 0,7% del PIB porque más de uno de cada cuatro euros de ese presupuesto irán a pagar la deuda del Estado, mientras que las partidas de políticas públicas siguen recortándose.
No le puedo decir que tendrá más profesores y material en el colegio. Las partidas de educación pública han sufrido un recorte de 10 millones de euros. Tampoco le puedo asegurar que no tardarán tanto en el médico o que a un amigo suyo que necesita una prueba especial se la van a hacer ya, porque el Ministerio de Salud ha perdido más de 1.000 millones de euros y la partida de atención especializada de salud se ha reducido a la mitad.
Él está preocupado por el sufrimiento de los casi 8 millones de personas afectadas por el conflicto en Siria. Tengo que buscar la forma de decirle que el Gobierno no tiene esta prioridad, no está con los más vulnerables dentro ni fuera de España. El Presidente Rajoy se comprometió la semana pasada en la ONU a que, “a medida que creciera la economía española, el Gobierno volvería apoyar una inversión en cooperación al desarrollo generosa, inteligente y eficaz”. Pero el presupuesto de Ayuda Oficial al Desarrollo no va a crecer en 2014 acorde al 0,7% de crecimiento del PIB. De hecho, el Ministerio de Exteriores ha sufrido un recorte del 13,3% que se traduce en 25 millones de euros menos disponibles para AOD.
Finalmente, mi respuesta ha sido: hijo, tú y yo no notaremos esta recuperación y tampoco la notará tu amigo, y mucho menos la población de Siria. Gran parte de ese dinero va a ir a pagar lo que debe España'. Además, tengo que decirle que su vida, la de todos los ciudadanos y la de las personas más vulnerables en los países en desarrollo, sí, también la de los Sirios, habría mejorado si el Gobierno hubiese incluido en los presupuestos de 2014 los 5.000 millones de euros que podría recaudar cada año con la Tasa Robin Hood, quitándole ese dinero a los bancos, y destinándolo a luchar contra la pobreza dentro y fuera de España. La incorporación de esta tasa en los presupuestos de 2014 debería haber incrementado las partidas de políticas públicas y haber garantizado un fuerte incremento de la ayuda oficial al desarrollo. Es una oportunidad perdida.
Ojalá podamos decir que los PGE 2015 sí cambian nuestras vidas y las de muchos otros que lo están pasando mal y para quienes la mejora de la economía va a pasar desapercibida este año.
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