Piedras de papel es un blog en el que un grupo de sociólogos y politólogos tratamos de dar una visión rigurosa sobre las cuestiones de actualidad. Nuestras herramientas son el análisis de datos, los hechos contrastados y los argumentos abiertos a la crítica.
FIRMA INVITADA - Politólogo y periodista. Trabaja como subdirector del Laboratorio de la Fundación Alternativas —
Hoy comienza el próximo Cónclave Papal que escogerá al sucesor de Benedicto XVI como Papa de Roma, soberano del Estado Vaticano, Primado de Italia y Vicario de Cristo entre otros títulos. Esta elección sui géneris es muy diferente a todas las elecciones de jefe de Estado que hay en el mundo. Les corresponde a todos los cardenales menores de 80 años que conforman el Colegio Cardenalicio y que fueron escogidos por los dos papas anteriores. Los cardenales mayores de 80 años disponen de sufragio pasivo pero no activo. Pueden ser escogidos como Papa, pero no votan.
A este Cónclave Cardenalicio acudirán 115 cardenales de todo el mundo que a puerta cerrada (cum clave) votarán repetidamente mediante nombres escritos en un papel en una urna, hasta que uno de los papabili obtenga dos tercios de los votos. Sin embargo estos cardenales ni tienen un mandato imperativo de sus feligreses, ni se rigen por el número de católicos de los países de los que proceden.
Existen ciertos problemas a la hora de medir el número de católicos en el mundo. Por un lado porque las distintas Conferencias Episcopales (órgano directivo en cada país) tienden a inflar las cifras, añadiendo a todos los bautizados ya fueran con consentimiento (conversos) o no (el resto). Por otro lado en ciertos países declararse católico puede resultar peligroso o incluso ilegal. Por tanto es difícil saber el número de católicos que hay en China o en Afganistán, si bien por internet se ofrecen cifras aproximadas. Lo que sí resulta medible es el número de diócesis (obispados) y arquidiócesis (arzobispados) que tiene la Iglesia Católica en su estructura interna, y en virtud de esta cifra, establecer cuantos cardenales son electores por número de diócesis en cada país. Además podemos saber cuántos cardenales proceden de un país en vías de desarrollo, de un país medio o de un país rico en función de su PIB per cápita. Por último mediremos si la distancia a la Ciudad del Vaticano afecta a la elección de cardenales.
En el gráfico 1 podemos ver la desproporción de cardenales europeos en el Cónclave 2013. No en vano, los últimos dos papas han sido europeos (un polaco y un alemán) y todos los cardenales presentes fueron nombrados en los últimos dos pontificados. Sin embargo Europa no es el continente donde más católicos hay. Los dos países con mayor número de católicos son Brasil (123 millones) y México (101 millones), y sólo aportan 5 y 3 electores cada uno. Si tenemos en cuenta solamente a los países representados en el Cónclave, los católicos latinoamericanos suman 380 millones de católicos frente a los 230 millones de europeos. Hay un cardenal latinoamericano cada 20 millones de católicos y un cardenal europeo cada 3,8 millones.
En el gráfico 2 podemos ver la diferencia que hay entre cardenales y millones de católicos en función de la renta per cápita de cada país según el FMI[1]. En el primer grupo (menos de 10.000 dólares) por lo general se encuentran los católicos de África y Asia. En el segundo grupo (entre 10.000 y 20.000 dólares) la mayoría de los países pertenecen a América Latina. En el tercero se encuentran los países mediterráneos y de Europa del Este y en el grupo de los países más ricos estarían los católicos de Europa del Norte y América del Norte.
Aunque dos tercios de católicos (66%) vive en países con un PIB per cápita inferior a 20.000 dólares, sólo poco más de un tercio (38%) de los cardenales en el Cónclave 2013 procede de esos países. Sin embargo dentro de cada uno de estos grupos existen diferencias a nivel individual.
En el gráfico 3 vemos que es en África y entre los países con renta más baja, donde hay una mayor desproporción. Tanto Senegal, Egipto como la R.D. del Congo presentan un cardenal cada uno. Sin embargo en Senegal y en Egipto hay 300.000 católicos en cada uno, mientras que en la RD del Congo hay 35 millones. El caso más grave de falta de representación cardenalicia sería el de las Islas Filipinas, donde siendo el tercer país por número de católicos (75 millones), muy por encima de Italia o de EEUU, sólo habrá un cardenal filipino en este Cónclave. El problema de países como Filipinas, Colombia o México, tal vez sea su lejanía de Roma y su Curia.
La distancia sí que importa. Según se observa en el Gráfico 4 cuanto mayor es la distancia a la sede del poder católico, menor es la posibilidad de ser escogido cardenal. Más de la mitad de los cardenales (52%) proceden de países cuya capital está a menos de 2.000 kms de la Ciudad del Vaticano. Por otro lado el 63% de los fieles católicos vive a más de 6.000 kms de la ciudad eterna y sin embargo sólo se ven representados por el 35% de los cardenales del Cónclave.
Por último habría que mencionar a aquellos países ausentes, como el Reino Unido (5 millones de católicos), Ucrania (4 millones de católicos), Corea del Sur (5 millones), Rusia, Uruguay, Japón o Guinea Ecuatorial. En el primer caso por la dimisión del cardenal escocés O’Brien por un escándalo de abusos sexuales. En el resto porque no lo decidieron los anteriores papas.
Los gráficos demuestran que tanto la distancia a Roma como la pobreza de los fieles influyen negativamente a la hora del nombramiento de nuevos cardenales. Especialmente lo primero. Resulta más fácil ser nombrado cardenal si se proviene de un país europeo y rico, aunque las iglesias estén vacías, que si se proviene de un país más pobre y que esté al otro lado del Atlántico. Lo grave es que a pesar de la falta de democracia interna, representatividad de los fieles, y la total ausencia de las mujeres en la toma de decisiones, no existe una demanda mayoritaria para que esto cambie, ni siquiera entre los católicos de países con una gran tradición democrática, porque estos son los más favorecidos y más sobre representados.
[1] Fondo Monetario Internacional (FMI), Base de datos World Economic Outlook, 17 de abril de 2012
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