Unos 500 acusados turcos esperan sentencia en el último gran juicio por golpimo

Ankara, 7 abr (EFE).- Cerca de 500 acusados, entre ellos varios ex altos cargos militares, esperan este miércoles sentencia en el último macrojuicio por el fallido golpe de Estado en Turquía del 15 de julio de 2016.

Se espera que el Tribunal Penal Superior de Ankara dicte hoy sentencia contra 497 acusados de varios delitos de golpismo, “intento de eliminar” el Parlamento, “intento de usurpar comandos militares” e intento de “asesinar al presidente”.

Varios sospechosos también están acusados de “pertenencia a una organización terrorista”, en alusión a la cofradía del exiliado clérigo islamista Fethullah Gülen, a quién Ankara responsabiliza del alzamiento militar.

Entre los acusados hay exmiembros de la guardia del presidente, el islamista Recep Tayyip Erdogan, y varios comandantes, coroneles y tenientes coroneles.

También está siendo juzgado el excomandante Muhsin Kutsi Baris, acusado de ordenar la ocupación de las oficinas de la radio y televisión pública TRT, donde se leyó el comunicado golpista.

La Fiscalía pide cadena perpetua con agravantes para 90 de los acusados y solicita también la absolución de 264 imputados.

Para el resto pide sentencias diferentes, desde cadena perpetua a otras condenas con agravantes por su participación en el alzamiento.

Actualmente, 104 de los acusados están en prisión preventiva, mientras que otros 11 son juzgados en ausencia.

En noviembre del año pasado 333 militares y cuatro civiles fueron condenados a cadena perpetua por su participación en la asonada golpista.

Tras el golpe, con el que Gülen rechaza tener ninguna relación, el Gobierno turco lanzó amplias purgas para expulsar de la administración, la justicia, la educación y las fuerzas de seguridad a supuesto seguidores del predicador.

Unas 130.000 personas fueron despedidas y otras 100.000 detenidas, de las que quedan unas 28.000 siguen en prisión preventiva

Durante muchos años Gülen fue un estrecho aliado de Erdogan y su partido, el islamista AKP, y en ese tiempo sus seguidores fueron colocándose en puestos clave de la administración, hasta que en 2013 se produjo una ruptura entre el Gobierno y el predicador.