Abás acusa a Hamás del ataque contra el primer ministro y anuncia más sanciones

El presidente palestino, Mahmud Abás, acusó al movimiento islamista Hamás de estar tras el ataque con bomba que sufrió el convoy en que se trasladaba el primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Rami Hamdala, en Gaza y anunció nuevas medidas punitivas.

“No olvidaremos el ataque a Hamdala y al jefe de los Servicios de Inteligencia palestinos, Majed Faraj. Hamás está tras el ataque”, dijo el mandatario.

Anunció que ha “decidido tomar todas las medidas nacionales, legales y financieras para mantener el proyecto nacional”, según informó la agencia oficial de noticias Wafa, aunque el político no concretó de qué tratan estas medidas.

Abás dijo que en el contexto de la reconciliación, la ANP debe “ser responsable de todo en Gaza” y lamentó que el resultado de los esfuerzos que hay en marcha hacia esta dirección entre el grupo islamista Hamás y el nacionalista Fatah (al frente de la ANP), “ha sido el intento de asesinato de Hamdala y Faraj”.

“De haber tenido éxito, las consecuencias habrían sido desastrosas para nuestra gente y habrían llevado a una guerra civil palestina”, subrayó.

Hamás, por su parte, condenó el ataque cuando ocurrió el pasado 13 de marzo, lo consideró “un intento que pretende desestabilizar la seguridad en Gaza y frustrar los esfuerzos para alcanzar la unidad nacional”, y lamentó “las acusaciones de la ANP por hacerle responsable de este crimen”.

Hace dos semanas el ministro de Finanzas, Shukri Bishrah, dio a entender que el Ejecutivo palestino impondría más sanciones “a las provincias del sur”, en referencia a Gaza, con el fin de forzar al movimiento islamista Hamás a que entregue el poder del enclave, que mantiene a pesar de haberse comprometido a cederlo en el acuerdo alcanzado en El Cairo en octubre pasado.

Hamás tomó por la fuerza el enclave en 2007, expulsando a las tropas leales al presidente Abás y abriendo un período de división interna que, aunque gracias a dicho pacto entre las partes parecía avanzar, está estancado y por el momento la transferencia de poder pactada solo se ha hecho de manera parcial.

Uno y otro se han acusado mutuamente de entorpecer el proceso de reconciliación y Hamás reprochó a Abás que no levantara inmediatamente las sanciones financieras impuestas en el enclave con las que intentó forzar la entrega de poder, incluidas recortes en el pago de la factura de electricidad o en los salarios de funcionarios.

Mientras tanto, la situación en Gaza, bajo bloqueo israelí que los islamistas se hicieran con el poder hace más de una década, sigue deteriorándose.

Hoy, la plataforma AIDA, que aglutina a más de 70 ONG que trabajan en Palestina, pidió a los donantes internacionales “abordar la situación humanitaria extrema de la Franja de Gaza y asegurar que la asistencia humanitaria no se politiza aún más” en un entorno donde el 80% de los residentes dependen de la ayuda internacional.