Acnur llama a no olvidar la solidaridad internacional que generó Gernika

La representante de Acnur en España, Francesca Friz-Prguda, ha abogado hoy por “mantener viva” la memoria y el movimiento de solidaridad internacional que permitió tras el bombardeo de Gernika (Bizkaia) la evacuación de miles de personas, la mayoría niños, a lugares seguros en el extranjero.

Friz-Prguda ha comparecido hoy en el Parlamento Vasco junto al Defensor del Pueblo vasco (Ararteko), Manu Lezertua, para presentar sus reclamaciones ante la actual crisis humanitaria de refugiados.

Ambos han recordado el bombardeo hace hoy 80 años de Gernika por la Legión Cóndor alemana y han incidido en el movimiento de solidaridad que generó y que entonces permitió evacuar al extranjero a miles de personas.

“Es muy comparable con lo que estamos viendo ahora, familias que mandan a sus hijos menores o no, a riesgos aún mayores”, ha descrito la representantes del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

Ha subrayado la importancia de mantener vivo ese recuerdo y el “horror” que supone cualquier guerra y ha alertado de los discursos xenófobos y de miedo contra los refugiados que se están difundiendo en Europa.

Por ello ha dicho que siguen con muchísimo interés las elecciones en Francia y Alemania, y ha emplazado a seguir trabajando desde el ámbito político y social para evitar que este discurso siga calando.

Friz-Prguda ha recordado que en el mundo existen 65 millones de desplazados y que el 90 % de ellos están en las zonas próximas a los conflictos, de ahí que haya destacado que los países que están sufriendo la mayor presión no son los más desarrollados.

Ha indicado que la respuesta que la UE ha dado con muros y alambradas no es eficaz para detener estos movimientos y ha denunciado que sólo han se modificado las rutas que se hacen más peligrosas y fuerzan a las personas que buscan asilo a ponerse en manos de traficantes.

Ha asegurado que Europa puede evitar esta situación y que España, que en la actualidad recibe poco más del 1 % de las solicitudes de asilo de toda la UE, debe jugar un papel importante “como país de protección y acogida”.