Albert Rivera tensa la cuerda con Mariano Rajoy también por Catalunya
Catalunya se ha situado de nuevo en el punto de mira de Albert Rivera en su oposición a Mariano Rajoy a escasos días de que se conozca el desenlace de la crisis política que vive desde hace casi seis meses la autonomía. Los dos dirigentes han protagonizado este miércoles un tenso intercambio de reproches en una sesión de control al Gobierno en la que los resultados del CIS, conocidos el día anterior, han planeado en el ambiente.
La encuesta certifica el desplome del PP y la tendencia al alza de Ciudadanos, con sorpasso incluido al PSOE. Pero sin llegar a superar a los populares, como esperaban los de Rivera.
La mañana, pues, se vaticinaba tensa, con la bancada de Ciudadanos muy crecida tras haberse atribuido en Madrid estos días la caída de Cristina Cifuentes, y pendiente de lo que pueda ocurrir ahora en Catalunya.
El encontronazo entre ambos dirigentes ha comenzado por el reproche de Rivera al presidente del Gobierno por no haber interpuesto un recurso ante el Tribunal Constitucional para impugnar el voto delegado de Carles Puigdemont y Toni Comín, ambos huidos al extranjero.
El Pleno del Tribunal Constitucional ya decidió, por unanimidad, admitir a trámite el recurso de amparo presentado por los diputados de Ciudadanos contra los Acuerdos de la Mesa del Parlament de los días 3 y 24 de abril de 2018, pero sin suspender el voto delegado de ninguno de los dos diputados.
Pese a ello, Rivera ha cargado contra Rajoy. “Ciudadanos no apoyará al Gobierno para aplicar la Constitución en Cataluña si no recurre al Tribunal Constitucional el voto delegado de los dos huidos de la Justicia”, le ha dicho al presidente.
Seguidamente, ha sacado a colación que la Fiscalía ha confirmado que Artur Mas utilizó dinero del FLA para organizar la consulta del 9N: “Es una tomadura de pelo”, ha insistido Rivera, que ha exigido a Rajoy que “deje de mirar hacia otro lado y vigile el dinero público de todos los españoles”.
En su turno, Rajoy ha acusado a Rivera de ser un “aprovechategui” por utilizar la delicada situación política en la autonomía con fines electoralistas. Rivera se ha revuelto contra el presidente dando por roto el apoyo que hasta ahora le ha dado su partido a la aplicación del artículo 155. “Hasta aquí hemos llegado con esta displicencia”, ha asegurado el líder de Ciudadanos en los pasillos.
En Ciudadanos han extendido después esa ruptura “a la política que en general está llevando a cabo el Gobierno en Catalunya”. Un gesto más simbólico que efectivo dado que Rivera ya no puede revocar el apoyo que tanto su partido como el PSOE dieron al PP en el Senado sobre la aplicación del 155 tras la declaración unilateral de independencia (DUI) decretada por Carles Puigdemont el pasado mes de octubre.
Fuentes del PP han dejado extender luego la sospecha de que “la pataleta de niño pequeño” de Rivera es porque quieren preparar el terreno por si no hay Govern en los plazos marcados -22 de mayo- y se va a unas nuevas elecciones autonómicas. Un escenario que no se contempla en el PP.
Rivera, molesto con Rajoy
En Ciudadanos argumentan que están muy molestos porque Rajoy lleva más de cuatro meses sin darles información ni adelantarles los pasos que ha ido dando el Gobierno en la autonomía intervenida. Creen que el presidente no está correspondiendo al apoyo “sin fisuras” que le ha dado Ciudadanos desde que estalló allí la crisis política.
Por contra, han comprobado como el jefe del Ejecutivo ha dispensado mucho mejor trato al PSOE en este asunto, pese a que el partido de Pedro Sánchez en un principio no quería apoyar la aplicación del 155.
La puya que le ha lanzado Rajoy a Rivera durante el duelo, reprochándole precisamente que su comportamiento no sea “tan leal” como está siendo el del PSOE, ha hecho saltar más chispas en el hemiciclo.
Pero si en Ciudadanos había malestar, en el PP el enfado ha sido mayúsculo. Los populares no entienden que Rivera se haya empeñado en mantener ese discurso en el Pleno cuando sabía que ese mismo miércoles, tras la reunión extraordinaria del Consejo de Ministros, el Gobierno iba a presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional contra la reforma de la Ley de Presidencia que aprobó la mayoría independentista del Parlament la semana pasada.
Por ello han acusado al líder de Ciudadanos de mantener una “actitud infantil” y de escenificar “una rabieta”. El coordinador general del partido, Fernando Martínez Maillo, intentó rebajar la tensión con el número dos de Rivera, José Manuel Villegas, asegurando que si es por falta de informes, los tendrán.
El portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, no tuvo tantos miramientos y advirtió a Rivera en la rueda de prensa posterior a ese Consejo extraordinario que serán los españoles los que juzgarán quién actúa con “lealtad, responsabilidad y madurez” ante el conflicto catalán, que exige “una política de Estado”.
El ministro ha considerado que “nadie puede tener ninguna duda” sobre la voluntad del Gobierno de “restaurar el orden constitucional en Cataluña”, ya que se trata del recurso número 26 que presentan ante el Tribunal Constitucional con este objetivo.
Ahora tras el nuevo recurso, Puigdemont se verá obligado a no presentarse y designar a otro diputado de su grupo para que ocupe su lugar y se presente a la investidura.
En el PP, por lo tanto, dan por seguro que la semana que viene habrá nuevo Govern. Esto facilitará que se levante el 155 y el PNV no ponga obstáculos a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y de su voto favorable tras la negociación de enmiendas parciales.
Y aunque Rivera no ha amenazado con trasladar su malestar con Rajoy al acuerdo presupuestario, Méndez de Vigo por si acaso le ha enviado un mensaje: quien quiera romper la senda de crecimiento en la que aseguran que ha entrado España tras pasar por la “crisis más profunda” de la historia reciente,“tendrá que explicarlo”.
